Además de llamarle "perro de aguas", el colegiado señaló en su denuncia que los aficionados le amenazaron con expresiones como "sé que eres de Huelva y cuando te vea por la calle te voy a echar el coche encima", mientras que en un momento dado, uno de ellos le dijo "tengo derecho a insultarte porque he pagado la entrada". La situación fue tal que el árbitro del encuentro, Francisco Manuel Pandolfo, pidió a la Guardia Civil que colocase a una pareja de agentes para preservar la integridad del asistente durante el encuentro.
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