viernes, 5 de marzo de 2010

Caneda, 'multado', dice que todo responde a un capricho personal

Antiviolencia propuso ayer una sanción de 4.000 euros al Compostela por incumplir las órdenes del coordinador de seguridad en el partido en San Lázaro frente al Alavés el pasado 28 de febrero, al abrir las puertas de acceso del recinto sin consultar con éste la medida.
Supuestamente, los aficionados del Alavés y de la SD decidieron disfrutar del partido juntos, una situación de la que, según la normativa de seguridad, debería informarse al coordinador de seguridad. Por todo ello, Antiviolencia entiende que el presidente del club, José María Caneda, incumplió el protocolo por lo que "reprueba su conducta" y le "insta a que estos hechos no se vuelvan a repetir por el bien de la seguridad de los aficionados y seguidores que asisten a estos eventos deportivos", indicaba la comisión.
Una vez conocidos los hechos, el presidente de la SD no ha dudado en aclarar lo sucedido, asegurando que todo responde a "un capricho personal" del coordinador de seguridad que "actuó de mala fe".
"Si no hubo nada. Lo que pone el acta es mentira. Lo que pasa es que el policía ese la tiene tomada conmigo y nada más. No le gustó nada que yo le dijera que no tenía conocimiento de que viniera alguna peña, y que si él lo tenía, que tendría que informar al club. Y él me dice que vienen unas peñas, cuando desde el Alavés me comunican que no viene nadie. Si nos meten una sanción es porque el tío fue de chivato a los jefazos", explica Caneda.
El presidente del Compostela considera que en ningún momento se puso en peligro la seguridad e insiste en que se actuó de forma premeditada. "Todo responde a una actuación a mala fe del policía y un capricho personal. Ya está bien. Aún por encima tiene que venir un tío a obrar de capricho. Él mismo me lo dijo el otro día: 'Por mis cojones que te voy a joder'", aclara.
El máximo mandatario del club santiagués considera que proponer sanciones como ésta son las que están estropeando el fútbol. "Había sólo 300 personas. Qué problema iban a crear. Además, las aficiones del Compostela y del Alavés están hermandadas. Dónde está el problema. Nosotros queremos unir y viene la policía a desunir", explica y añade: "Si nuestra afición y la del Alavés quieren estar juntas, quién es la policía para desunirlos. Ellos sí que están alterando el orden público. Estamos llegando a un punto en el que es imposible ir al fútbol. Además, ¿4.000 euros? Cómo si estos nacieran. A mi me los van a cobrar de la casa da collona", indicó.
Caneda considera, además, que la medida es arbitraria, y que la norma no se aplica igual en todos los campos. "Vamos a recurrir, pero lo que no se puede es actuar en esta vida por capricho. Simplemente somos cuatro pelagatos... Y Antiviolencia no va por a los campos a los que viajamos nosotros por ahí adelante, y no castigan las bengalas, las salidas de tono, o estadios como el de Lemona al que fuimos el otro día donde no tienen nada, ni seguridad ni nada...", concluye Caneda tras conocer una decisión en la que, además, la Comisión solicita al presidente que "en lo sucesivo, intensifique la colaboración con los coordinadores de seguridad para atajar de inmediato este tipo de comportamientos o actitudes individuales que van en contra del deporte y ponen en riesgo los partidos".

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