Trece de los 21 ultras sportinguistas detenidos el 13 de diciembre tras la violenta pelea entre los Ultra Boys y los aficionados radicales del Sevilla declararon ayer ante el juez de instrucción que se encontraba de guardia en el momento de los hechos. Ante el magistrado, los radicales negaron haber participado en la pelea. Los imputados aseguran que pueden demostrar su inocencia, ya que cuentan con pruebas de que no estaban en la calle Manso cuando se produjo la trifulca.
De esta manera, el Juzgado de instrucción de Gijón cierra las declaraciones de los ultras detenidos tras la pelea entre aficionados de ambos clubes. Ocho de los arrestados habían declarado ya ante el tribunal poco después de ser detenidos, mientras que uno compareció ante el juez la pasada semana en Avilés. Ahora el tribunal debe esperar a que los sevillistas también implicados sean llamados a declarar en la capital andaluza. Cuando el Juzgado de instrucción termine con la investigación del caso, los hechos serán puestos en conocimiento de un Juzgado de lo penal. Llegará entonces el momento de las calificaciones provisionales de las partes implicadas en el proceso penal y del juicio.
Los hechos encausados tuvieron lugar el 13 de diciembre en la calle Manso. Los aficionados de ambos clubes se habían dirigido insultos durante toda la semana previa al partido entre el Sporting y el Sevilla, según se refleja en el informe policial elaborado por el segundo grupo de Información al que tuvo acceso este periódico. No obstante, el detonante final de la pelea fue, según la Policía, «una agresión sufrida por alguno de los aficionados del Sporting en Pola de Siero el mismo día 13 a las 13 horas».
Los agentes encargados de la investigación tienen pruebas que aseguran que la pelea se había preparado días antes. De hecho, los funcionarios tienen constancia de que al menos dos de los radicales sportinguistas detenidos acudieron el día 9 de diciembre y el 11 de ese mismo mes a un centro comercial de la ciudad para comprar «varios palos de manera» que fueron incautados tras la pelea. Las cámaras de seguridad del comercio captaron a los implicados en la pelea. Además, el sistema de vigilancia de un banco cercano al lugar del suceso también sirvió a los agentes para identificar a los participantes, que serán juzgados en los próximos meses en los Juzgados penales de Gijón.
De esta manera, el Juzgado de instrucción de Gijón cierra las declaraciones de los ultras detenidos tras la pelea entre aficionados de ambos clubes. Ocho de los arrestados habían declarado ya ante el tribunal poco después de ser detenidos, mientras que uno compareció ante el juez la pasada semana en Avilés. Ahora el tribunal debe esperar a que los sevillistas también implicados sean llamados a declarar en la capital andaluza. Cuando el Juzgado de instrucción termine con la investigación del caso, los hechos serán puestos en conocimiento de un Juzgado de lo penal. Llegará entonces el momento de las calificaciones provisionales de las partes implicadas en el proceso penal y del juicio.
Los hechos encausados tuvieron lugar el 13 de diciembre en la calle Manso. Los aficionados de ambos clubes se habían dirigido insultos durante toda la semana previa al partido entre el Sporting y el Sevilla, según se refleja en el informe policial elaborado por el segundo grupo de Información al que tuvo acceso este periódico. No obstante, el detonante final de la pelea fue, según la Policía, «una agresión sufrida por alguno de los aficionados del Sporting en Pola de Siero el mismo día 13 a las 13 horas».
Los agentes encargados de la investigación tienen pruebas que aseguran que la pelea se había preparado días antes. De hecho, los funcionarios tienen constancia de que al menos dos de los radicales sportinguistas detenidos acudieron el día 9 de diciembre y el 11 de ese mismo mes a un centro comercial de la ciudad para comprar «varios palos de manera» que fueron incautados tras la pelea. Las cámaras de seguridad del comercio captaron a los implicados en la pelea. Además, el sistema de vigilancia de un banco cercano al lugar del suceso también sirvió a los agentes para identificar a los participantes, que serán juzgados en los próximos meses en los Juzgados penales de Gijón.
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