El Xerez jugó ayer su último partido en Primera división hasta dentro de, como mínimo, dos temporadas. Los 1.200 aficionados azulones que vinieron a Pamplona se hermanaron durante todo el día con los rojillos y demostraron que son una afición de Primera al comportarse con un señorío ejemplar.
Siete autobuses aparcados en los alrededores del Reyno, un tren directo desde Jerez de la Frontera, y otros aficionados en coche. De esa manera fueron llegando los aficionados azulones a Pamplona. Con muchas ganas de disfrutar del partido y de gastar su último cartucho para permanecer en Primera División.
Ya en la noche del sábado se pudo apreciar por el centro de Pamplona muchas camisetas azules. Pero cuando se notó una mini invasión fue en la mañana de ayer. Los andaluces, con la gracia que les caracteriza por esas tierras, hasta cantaron canciones típicas navarras versionadas para la ocasión. "A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón nos guíe en el partido y nos dé la salvación", cantaron los azulones durante la noche del sábado.
Antes del partido, las dos aficiones compartieron buenos momentos llenos de bromas. No era raro ver a los andaluces con su camiseta y con una rojilla encima o con bufandas, pañuelos o txapelas adornando su vestimenta. "El pueblo navarro está en nuestro corazón. Es el mejor desplazamiento de toda la temporada", afirmaba Diego Ruiz, un joven andaluz que llegó en tren a Pamplona. "Queremos dar las gracias a todos los navarros. A sus aficionados, a los empresarios, a las autoridades, a todos", apuntillaba su amigo Fidel Rojas.
Durante el encuentro, los xerecistas sufrieron al ver cómo se les escapaba la salvación, pero no pararon de animar a lo largo de los noventa minutos. Ni ellos, ni los rojillos que se unieron para animar al Xerez y vitorearon el nombre del equipo varias veces.
El gol del Xerez fue tan celebrado como cualquier tanto de Osasuna esta temporada. La afición navarra estaba con el conjunto andaluz y deseaba su permanencia en Primera división.
Pero no pudo ser. Los andaluces descendieron, pero su afición no paró de animar ni les dejó solos lo más mínimo. Más de medio millar de azulones esperaron al equipo a su salida del Reyno de Navarra. ¿Para increparlos por su descenso? Ni mucho menos. Para animarles más fuerte todavía de lo que ya lo habían hecho antes. Un ejemplo.
El Xerez ha dejado la Primera División, pero sus aficionados han demostrado que se merecen tener un conjunto en lo más alto. Pocos equipos pueden gozar de semejante apoyo. Entidades con estos seguidores hacen al fútbol más grande.
Siete autobuses aparcados en los alrededores del Reyno, un tren directo desde Jerez de la Frontera, y otros aficionados en coche. De esa manera fueron llegando los aficionados azulones a Pamplona. Con muchas ganas de disfrutar del partido y de gastar su último cartucho para permanecer en Primera División.
Ya en la noche del sábado se pudo apreciar por el centro de Pamplona muchas camisetas azules. Pero cuando se notó una mini invasión fue en la mañana de ayer. Los andaluces, con la gracia que les caracteriza por esas tierras, hasta cantaron canciones típicas navarras versionadas para la ocasión. "A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón nos guíe en el partido y nos dé la salvación", cantaron los azulones durante la noche del sábado.
Antes del partido, las dos aficiones compartieron buenos momentos llenos de bromas. No era raro ver a los andaluces con su camiseta y con una rojilla encima o con bufandas, pañuelos o txapelas adornando su vestimenta. "El pueblo navarro está en nuestro corazón. Es el mejor desplazamiento de toda la temporada", afirmaba Diego Ruiz, un joven andaluz que llegó en tren a Pamplona. "Queremos dar las gracias a todos los navarros. A sus aficionados, a los empresarios, a las autoridades, a todos", apuntillaba su amigo Fidel Rojas.
Durante el encuentro, los xerecistas sufrieron al ver cómo se les escapaba la salvación, pero no pararon de animar a lo largo de los noventa minutos. Ni ellos, ni los rojillos que se unieron para animar al Xerez y vitorearon el nombre del equipo varias veces.
El gol del Xerez fue tan celebrado como cualquier tanto de Osasuna esta temporada. La afición navarra estaba con el conjunto andaluz y deseaba su permanencia en Primera división.
Pero no pudo ser. Los andaluces descendieron, pero su afición no paró de animar ni les dejó solos lo más mínimo. Más de medio millar de azulones esperaron al equipo a su salida del Reyno de Navarra. ¿Para increparlos por su descenso? Ni mucho menos. Para animarles más fuerte todavía de lo que ya lo habían hecho antes. Un ejemplo.
El Xerez ha dejado la Primera División, pero sus aficionados han demostrado que se merecen tener un conjunto en lo más alto. Pocos equipos pueden gozar de semejante apoyo. Entidades con estos seguidores hacen al fútbol más grande.
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