viernes, 21 de mayo de 2010

La afición reventará el Ruiz de Lopera en su segunda mayor entrada

Lo de la afición del Betis no tiene nombre. O sí. Según se mire. Increíble, insuperable y todos los sinónimos que quieran colocarle. Lo cierto es que con el equipo en Segunda, sin ofrecer ni juego ni actitud en algunos encuentros y sin darle satisfacciones a una parroquia que nunca lo abandona, las colas rodean el Ruiz de Lopera en busca de las entradas para el crucial encuentro del domingo ante la Real Sociedad. Por ello, polémicas y problemas societarios aparte, la hinchada heliopolitana conoce la importancia del envite dominical, ese que puede marcar el «quizá» o el «imposible» del camino hacia el ansiado ascenso.
De esta forma, el coliseo verdiblanco registrará su segunda mejor entrada en la historia, con cerca de 50.000 espectadores, según las previsiones del propio club. Por ello, el Betis-Real Sociedad sólo se vería superado por el Betis-Milan del Centenario heliopolitano, en el que se concentraron más de 52.000 aficionados en las gradas. Tal es la importancia del choque que la grada está respondiendo como en el encuentro ante el Valladolid de la pasada temporada. Esperemos que los 50.000 aficionados béticos no sufran lo mismo que en la visita pucelana que acabó certificando el descenso del equipo de José María Nogués.
En este sentido, el Betis se encontrará un apoyo imposible de mejorar y que será totalmente opuesto al que acompañe a la Real. De hecho, la afición donostiarra no se desplazará masivamente a Sevilla para el encuentro y sí prepara viajes especiales, según pudo saber este periódico, para el próximo envite lejos de Anoeta de los de Lasarte, que será en Cádiz. Eso sí, los jugadores vascos aseguran que este lleno será «un acicate» para ellos, tal y como indicó ayer Xabi Prieto, que calificó el ambiente que se espera en Heliópolis como «más motivador para nosotros».
El Ruiz de Lopera registraría así entradas que superan a los encuentros históricos de la entidad en Europa, tales como las visitas de Liverpool y Chelsea, donde se registraron 49.000 y 46.000 espectadores respectivamente.
Y casi similar a aquel Betis-Recreativo en el que los de Del Sol se jugaron el ascenso en 2001, al que acudieron 45.000. Por ello, hasta los futbolistas quieren poner su granito de arena antes del partido. Bien es cierto que mejor que lo hagan durante el choque, pero ayer varios componentes de la plantilla verdiblanca retiraron varias entradas en las taquillas para ayudar a que el Ruiz de Lopera sea una caldera, con problemas y conflictos a un lado y con el único objetivo de ayudar a los de Víctor a lograr una victoria que los reenganche con el ascenso.
Movilizaciones pacíficas
Eso sí, no todo será una balsa de aceite. Desde diversos colectivos se han anunciado movilizaciones para protestar por la gestión del club y, sobre todo, «por el silencio que guardan algunos miembros del consejo de administración», a los que consideran «cómplices de la actual situación societaria del Betis».
No obstante, se espera que dichas protestas sean antes y después del encuentro y que sean totalmente pacífico. Quizá sean el único pero a un día grande para la afición bética. Ese en el que demostrará, de nuevo, que está por encima de plantilla, técnicos y dirigentes. Que sólo es superada por el escudo y las trece barras. A los que defiende sin ni siquiera mirar la tabla.

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