lunes, 4 de octubre de 2010

La marea albiceleste, de fiesta

Las dos victorias logradas fuera de casa por el Málaga CF en la presente Liga y, particularmente, la expectación por el proyecto del jeque Abdullah Bin Nasser Al Thani, además del ´buen rollo´ existente entre las dos aficiones de ambos equipos han llevado a gran parte de los seguidores malaguistas a desplazarse en masa al estadio Juegos Mediterráneos para hacer de este derbi regional una auténtica fiesta.
Con toda seguridad, la cifra de malaguistas que animarán al equipo albiceleste en las gradas pasará ampliamente del medio millar, toda vez que las 400 localidades que facilitó el Almería para los peñistas del club de Martiricos fueron ´devoradas´ en pocos días. A ello se suma un nutrido grupo de personas que se desplazará en sus vehículos particulares para no perderse el partido y disfrutar del juego blanquiazul al contragolpe.
El club almeriense ha habilitado una taquilla especial para los socios malaguistas, previa presentación del carnet de abonado. El precio para cada aficionado que acredite que es abonado es de 20 euros tras el acuerdo de descuento de años atrás entre los clubes andaluces. Una medida muy positiva, sin duda, para realzar el excelente ambiente entre conjuntos de la misma comunidad autonómica.
Ciudad ideal para el tapeo
Almería es una ciudad ideal para el tapeo, una circunstancia que no pasa inadvertida para los peñistas de ambos equipos, que tienen previsto irse a comer juntos. Los miembros de Malaka Hinchas, que acudirán en cuatro autobuses, la Peña Universitaria –en dos– y el Frente Comepipas –en uno– han asegurado que estarán presentes en el estadio Juegos Mediterráneos para mostrar su apoyo al Málaga CF y, al mismo tiempo, formar parte de la fiesta de la hermandad entre los seguidores de ambos equipos, antes y durante el partido.
La excelente relación que han mostrado en los últimos años los aficionados de ambos clubes se pondrá de manifiesto una vez más. Incluso la Peña Universitaria ha solicitado a Almería y Málaga que los dos equipos entren en el terreno de juego portando de forma conjunta la bandera de Andalucía, como se hizo en el Málaga-Sevilla. Un motivo más de hermandad y de ejemplo de deportividad para el resto de clubes.

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