Los jugadores serbios tienen miedo de volver a casa tras los enfrentamientos entre hinchas de su equipo y la policía el martes, tras la anulación de un partido Italia-Serbia de la Eurocopa-2012, afirmó este miércoles el técnico italiano Cesare Prandelli.
El partido, que empezó media hora tarde por el comportamiento violento de los hinchas serbios, la mayoría ultras, sólo duró seis minutos y fue interrumpido por el árbitro cuando algunos de ellos lanzaron bengalas al campo y contra los seguidores italianos.
"Los jugadores serbios están en estado de sitio, tienen casas, familias, necesitan volver a su casa pero tienen miedo", explicó Prandelli. Según el técnico fueron "los jugadores italianos los que pidieron a los serbios que fueran a calmar a sus fans".
"El fútbol no tendría porque tener miedo de los ultras, el camino a seguir es la prevención", añadió el entrenador.
Una parte de la prensa italiana acusó el miércoles a algunos jugadores serbios, en particular al capitán Dejan Stankovic, centrocampista del Inter de Milán, de haber alentado a los ultras cuando fue a saludarlos a la tribuna.
Cuando se anuló el partido, el estadio quedó vacío pero los 1.600 ultras serbios se quedaron dentro del recinto todavía un rato antes de que los dirigieran hacia un perímetro cerrado. Uno de ellos abrió entonces la valla y empezaron nuevos disturbios con la policía.
Durante los enfrentamientos 16 personas resultaron heridoa, 2 graves. Además 17 hinchas serbios fueran arrestados, incluyendo a Ivan Bogdanov, considerado como uno de los líderes de los ultras.
Otras 35 personas están acusadas de causar disturbios pero fueron liberadas y se registró además la identidad de 138 personas.
El partido, que empezó media hora tarde por el comportamiento violento de los hinchas serbios, la mayoría ultras, sólo duró seis minutos y fue interrumpido por el árbitro cuando algunos de ellos lanzaron bengalas al campo y contra los seguidores italianos.
"Los jugadores serbios están en estado de sitio, tienen casas, familias, necesitan volver a su casa pero tienen miedo", explicó Prandelli. Según el técnico fueron "los jugadores italianos los que pidieron a los serbios que fueran a calmar a sus fans".
"El fútbol no tendría porque tener miedo de los ultras, el camino a seguir es la prevención", añadió el entrenador.
Una parte de la prensa italiana acusó el miércoles a algunos jugadores serbios, en particular al capitán Dejan Stankovic, centrocampista del Inter de Milán, de haber alentado a los ultras cuando fue a saludarlos a la tribuna.
Cuando se anuló el partido, el estadio quedó vacío pero los 1.600 ultras serbios se quedaron dentro del recinto todavía un rato antes de que los dirigieran hacia un perímetro cerrado. Uno de ellos abrió entonces la valla y empezaron nuevos disturbios con la policía.
Durante los enfrentamientos 16 personas resultaron heridoa, 2 graves. Además 17 hinchas serbios fueran arrestados, incluyendo a Ivan Bogdanov, considerado como uno de los líderes de los ultras.
Otras 35 personas están acusadas de causar disturbios pero fueron liberadas y se registró además la identidad de 138 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario