domingo, 12 de diciembre de 2010

Investigan en Jordania disturbios entre hinchas futbolísticos

El Ministerio del Interior de Jordania prometió identificar a los responsables de los violentos disturbios que provocaron el viernes unos 150 heridos, mientras el Senado llamó hoy a enfrentar cualquier intento sedicioso y divisionista del país.
Tanto el Gobierno central como el de la capital condenaron los choques ocurridos tras un partido de fútbol entre los equipos Al Faisali y el Wihdat en el estadio Rey Abdulah II, en los que 25 policías y personal de defensa civil también resultaron lesionados.
Según el viceprimer ministro y ministro del Interior, Saad Hayel Sorrour, ya trabaja un comité encabezado por la Secretaría General de esa cartera e integrado por los jefes de los departamentos de Derechos Humanos y Asuntos de Seguridad, además del gobernador de Ammán.
La referida instancia contactará con las partes para obtener "toda la verdad detrás de los reprobables sucesos" y remitirá su informe al Gobierno a fin de emprender los procedimientos legales que correspondan por violación de la ley.
Datos preliminares indicaron que seguidores del equipo Al Faisali, que perdió 0-1, abandonaron el estadio cuando acabó el partido en base a un acuerdo entre la Asociación de Fútbol y la Policía para que los aficionados del seleccionado perdedor salieran primero del recinto.
Un grupo de fanáticos del Wihdat permaneció dentro del estadio y coincidió con el lanzamiento de botellas vacías a los que estaban afuera, desatando una estampida que provocó el derrumbe de un muro.
Entretanto, el presidente del Senado, Taher Al Masri, quien apoyó una pesquisa amplia sobre los "dolorosos y repudiables" sucesos, denunció la violencia y urgió a permanecer alertas ante "cualquier intento vil de sembrar la semilla de la sedición".
Al Masri pidió a los jordanos rechazar las acciones destinadas a dividirlos, porque hechos como los del viernes -apuntó- contradicen la ética del Estado hashemita y socavan los intereses del país.
El desenlace del juego clasificatorio de la liga nacional jordana dejó igualmente decenas de vehículos quemados y destruidos -incluidos tres de la policía y ocho del órgano de la defensa civil- en las calles alrededor del estadio donde prosiguieron los disturbios.
"Los desafíos nos rodean y los peligros y acontecimientos en la región requieren de todos reconocer que el interés del reino, la unidad de su pueblo y la fortaleza de sus sociedad son constantes que deben estar por encima de otras consideraciones", puntualizó Al Masri.

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