lunes, 24 de enero de 2011

La afición amarilla se siente «maltratada»

Pasó lo que ya muchos intuían que pasaría, y es que el horario de las 11:00 horas provocó que la afición amarilla llegara tarde al Heliodoro Rodríguez López. La entrada del grueso de la afición grancanaria se hizo esperar hasta el primer cuarto de hora. Además, son múltiples las quejas de la afición amarilla, que se considera “desamparada”, ante la cantidad de errores organizativos con respecto al derbi y que han sufrido en sus propias carnes.
El primer barco que llegó fue el de la compañía Fred Olsen, que atracó en Santa Cruz de Tenerife sobre las 09:45 horas. Gran parte de los seguidores se quedaron esperando a los demás aficionados que venían en Armas. La llegada de este navío se produjo sobre las 10:15, solo cuarenta y cinco minutos antes del comienzo, cuando lo normal es que la entrada de la afición rival sea casi dos horas previas al choque.
Tras la unificación de toda la afición amarilla empezó la marcha hacia el estadio tinerfeño: una travesía nada fácil y más teniendo en cuenta que casi en su totalidad, Santa Cruz de Tenerife está en pendiente. Este año, además, el camino por el que fueron llevados los aficionados fue mucho más largo, aunque algunas fuentes indican que el nerviosismo produjo que los primeros aficionados se equivocaran a la salida del puerto y ya todos les siguieran.

Cuando la afición amarilla llegó a las inmediaciones del Heliodoro Rodríguez López fueron recibidos con innumerables intentos de agresión al lanzar objetos desde dentro del estadio, estando muchísimos aficionados asomados a la calle para recibirles de forma agresiva, retrasando aún más la entrada al recinto deportivo [las imágenes se pueden presenciar en el video adjunto]. Seguidores amarillos confirman a udlaspalmas.net que fueron recibidos con piedras y botellazos. Además, denuncian que el sector habilitado para la afición amarilla era de dimensiones muy escasas.
Ya dentro del Estadio no hubo mucho que destacar, siendo habitual los ya clásicos piques entre las aficiones, en forma de cánticos. El tifo que había preparado Ultra Naciente tuvo que ser desplegado a la salida del descanso. Al final, fiesta amarilla tras el empate de Quiroga en el minuto 87 que enmudeció a todo el Heliodoro, dejando la sensación de que se les había escapado los tres puntos.
Concluido el derbi la fiesta continuó, con muchísimos cánticos al unísono, desde el himno del club como el Pío, pío, entre otros. La mayor explosión de júbilo fue cuando jugadores y afición se unieron en una misma fiesta, con los futbolistas saltando en el césped ante la petición de la grada, con un Mauro Quiroga especialmente solicitado.

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