El del pasado domingo no fue un amistoso internacional cualquiera entre las selecciones de Escocia y Brasil. Los sudamericanos se quedaron con el triunfo por 2-0, pero sufrieron un incidente que empañó su victoria. Desde las graderías del Emirates Stadium de Londres, un plátano le fue arrojado a Neymar con un sentido claramente xenófobo. Pero las investigaciones de la policía inglesa dieron con que el acto racista fue realizado por un espectador de origen alemán. Y eso provocó alivio en Escocia. Los británicos a través de un comunicado de prensa indicó que esperaban una respuesta de sus pares brasileños. "Brasil y Escocia ya jugaron varias veces, siempre en un ambiente amigable, y eso no debe ser opacado por lo que ocurrió el domingo. Los hinchas escoceses estaban realmente tristes al haber puesto en duda su reputación. Para demostrar que nuestros hinchas no están envueltos, necesitamos una retractación de la Confederación Brasilera de Fútbol (FBF) y del jugador Neymar", indicó el presidente de la Federación Escocesa de fútbol, Stewart Regan. Pero la declaración desde la isla tuvo respuesta inmediata al otro lado del Atlántico. El director de comunicación de la FBF, Rodrigo Paiva, aseveró que "no se ha enviado ningún reclamo formal desde acá y tampoco de parte de Neymar. Él sólo dijo que el racismo es condenable en el fútbol. No tenemos nada que ver con eso".
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