miércoles, 4 de mayo de 2011

Otra final en el peor escenario

Osasuna jugará el domingo su segunda final de esta Liga en el peor escenario posible. Se enfrentará al Zaragoza (21.00 horas) en una Romareda prácticamente llena, con un ambiente crispado y hostil y sin contar con apenas seguidores osasunistas que le apoyen. Es decir, un pequeño infierno para los rojillos. Aunque el encuentro aún no ha sido declarado de Alto Riesgo, en el club rojillo se cree que la Comisión Antiviolencia lo declarará de ese modo en su reunión de mañana. En cualquier caso, la Policía y el club maño ya están adoptando todas las medidas de seguridad necesarias como si el partido fuese ya de Alto Riesgo.
Lo que sí es cierto es que en Zaragoza se está preparando este encuentro como una final en la que se juegan la permanencia. Tanto jugadores, directiva y medios de comunicación han coincidido en afirmar que la permanencia del conjunto maño pasa por ganar los dos partidos que le faltan por disputar en La Romareda ante Osasuna y Espanyol. No admiten, el principio, el empate como alternativa.
oferta a socios y parados

Por ello, la directiva aragonesa, como ya lo ha hecho en los anteriores encuentros contra el Getafe y Almería, ha decidido ofrecer a sus socios y a los parados entradas a bajo precio para llenar el estadio porque "el Zaragoza se juega mucho en la final de este domingo ante los navarros y La Romareda tiene que ser fundamental en la búsqueda de tres nuevos puntos en el camino hacia la salvación".
En concreto, ha puesto a la venta entradas a un precio entre 5 y 15 euros para socios y desempleados. Éstos últimos deberán presentar la tarjeta de demanda de empleo actualizada y el justificante de desempleado podrá ser requerido también en el acceso al estadio, junto con la entrada correspondiente. Los socios podrán adquirir hasta un máximo de dos entradas a precio especial.
Para el público en general, las localidades costarán entre 45 y 90 euros.
La directiva espera que el estadio maño registre este domingo la mayor afluencia de público de toda la temporada. En los dos últimos encuentros la junta, ofreciendo entradas a precio reducido, ha logrado que acudan a La Romareda entre 28.000 y 30.000 aficionados.
Las peñas mañas se movilizan Las peñas del Zaragoza también se han movilizado para este encuentro. En concreto, la Federación de peñas entregará 12.000 globos blancos y azules a la entrada del campo. La peña Presentes ha pedido también que todos los aficionados acuda a La Romareda con camisetas blancas, con bufandas y distintivos del Zaragoza. Por su parte, el colectivo 1932, que es una escisión de los ultras Ligallo, prepara un mosaico con cartulinas o banderas con los colores del conjunto maño.
Por ahora, se desconoce las actividades que realizarán el grupo ultra Ligallo, aunque en sus foros, sus miembros y simpatizantes ya están realizando llamamientos contra Osasuna e insultando al equipo rojillo y sus aficionados, deseándoles lo peor. También han convocado a los hinchas maños a reunirse una hora antes del inicio del partido, a las 20.00 horas, en el bar Izas en los porches del Auditorio de Zaragoza, junto al estadio.
DÉCADAS DE DESENCUENTROS

La enemistad contra Osasuna es ahora patente en cada partido de la Romareda, pero no siempre fue así. En los años 80 se desplazaban a la Romareda hasta 7.000 aficionados rojillo en un ambiente de fiesta colorista y de buena armonía entre las dos aficiones. Una amistad que venía de lejos, porque no hay que olvidar que Osasuna fue el equipo invitado para inaugurar el antiguo estadio del Torrero en 1923 y de la Romareda en septiembre de 1957 (el histórico rojillo Sabino Andonegui fue el encargado de poner el primer balón en juego en el estadio maño). Diez años después, Osasuna invitó al Zaragoza a Pamplona para inaugurar El Sadar.
Ahora, todo ha cambiado. Los partidos entre ambos conjuntos son declarados de Alto Riesgo y la tensión reina antes, durante y después de cada encuentro debido a la crispación que han generado y alimentado los hinchas más radicales de ambos equipos. Es indudable que resulta peligroso acudir a La Romareda con banderas y camisetas de Osasuna y de aquella invasión navarro de la capital mañana sólo quedan unas pocas decenas de rojillos que se camuflan entre los seguidores maños.
Incidentes de 1987

El cambio de rumbo de este buen ambiente tuvo su origen en octubre de 1987, cuando una botella lanzada desde la grada impactó en el cuerpo del portero de Osasuna Roberto Santamaría. Los aficionados rojillos protestaron y la Policía cargó contra ellos en la grada. Hasta el técnico Pedro Mari Zabalza y el presidente Fermín Ezcurra denunciaron estos hechos con dureza. Se da la circunstancia que poco tiempo más tarde nació Indar Gorri.
Debido a los altercados y fuertes incidentes que hubo tanto en Zaragoza como en Pamplona, hizo que los aficionados rojillos dejasen paulatinamente de viajar a la capital maña. Las actitudes de los hinchas más radicales fueron más agresivas y los nada acertados cánticos contra la Virgen del Pilar y San Fermín se incrementaron. Tanto el ex presidente Fermín Ezcurra como el presidente Patxi Izco realizaron sendas ofrendas a la Virgen del Pilar en desagravio. Izco y la Federación de peñas de Osasuna realizaron en 2005 un último intento de restablecimiento de relaciones entre ambas aficiones para que volviese a reinar el buen ambiente, con la implicación de las Delegaciones del Gobierno de Navarra y Aragón, pero no tuvieron éxito, porque el partido de la tarde destrozó cualquier buena intención. Los Ligallo recibieron a Osasuna con una pancarta que dejaba las cosas claras: "Nunca seréis bienvenidos". Los dos equipos posaron para una foto conjunta, pero no sirvió de nada. Durante el partido, Los Ligallo no pararon de insultar y de reclamar la Segunda División para Osasuna a pesar del reproche mayoritario del resto de los aficionados el sector radical del Zaragoza no paró de insultar. El encuentro terminó con lanzamiento de piedras y diversos enfrentamientos que todavía perduran.
En el último desplazamiento de unas decenas de miembros de Indar Gorri a Zaragoza los Ligallo rajaron las ruedas de varios coches Y en la última visita de los Ligallo al Reyno el pasado mes de diciembre hubo algún altercado y lanzamiento de objetos en los alrededores del estadio, siendo controlados los ultras maños por la Policía.

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