viernes, 16 de septiembre de 2011

La importancia de la Grada Jove se demostró en Bélgica

El partido de Champions del pasado martes dejó patente la importancia de una grada de animación para el desenlace favorable de un partido. En un encuentro clave para el Genk, el estadio vivió un gran ambiente propio de una noche de Champions para hacer frente a un fuerte rival como es el Valencia. Además, volvía a la máxima competición europea tras nueve años, ya que desde la temporada 2002/03 no la disputaban. Y todos juntos consiguieron su objetivo. Un punto que hubiera podido ser más si no llega a ser por la mano salvadora de Diego Alves.
Los encargados de esta función era un conjunto de unos mil aficionados que estaban ubicados en uno de los fondos del Cristal Arena. Era un grupo ruidoso, orquestado y lo suficientemente numeroso para hacer que todo el campo acabara animando sin descanso durante todo el partido. Ellos eran los que marcaban el ritmo con sus cánticos, creando silencios para después elevar el volumen al límite. Mientras, el resto del estadio en muchas ocasiones simplemente acompañaba, pero el resultado en algunos instantes del partido resultaba atronador e intimidante para el equipo rival. Todo un impulso para los once jugadores que se defendían de las continuas acometidas valencianistas.
Previamente al partido, para conseguir involucrar a toda la afición, se repartieron una serie de objetos de plástico por todos los asientos del campo para producir ruido y aumentar esta sensación de hostilidad hacia el equipo blanquinegro. Además, esta grada de animación manejó muy bien los tiempos del partido. Sabía cuando debían apretar y así lo demostraban en cada saque de esquina, balón bombeado al área o en segundas jugadas. Cuando veían que su equipo metía un poco atrás al conjunto de Unai Emery, el Cristal Arena rugió para llevar en volandas a sus jugadores e intentar conseguir la victoria.
Una vez concluido el partido, la afición celebró el resultado como si se tratara de la consecución de un título. Los jugadores se acercaron a la grada y agradecieron el apoyo de los aficionados al mismo tiempo que éstos reconocían el esfuerzo de sus futbolistas. Así, con el jugador número 12 más presente que nunca, el Genk logró sacar un importante punto ante el Valencia que le permite seguir soñando en Europa.
Sin acuerdo por la Curva
Por su parte, sigue el desacuerdo por la Grada Jove. Una vez más, ayer se aplazó la reunión prevista entre el Valencia, l´Agrupació de Penyes y los representantes de Yomus y Gol Gran para llegar a un consenso que permita poder incluir, tal como se mostró en la presentación ante el Roma, un fondo de aficionados en partidos de Copa del Rey y de Champions. Por ello, las dos curvas de animación actuales de Mestalla seguirán con su huelga y no animarán en los próximos partidos como locales.
Tanto jugadores como el propio Unai Emery expresaron la importancia de que la afición de Mestalla se muestre unida con el equipo, tal y como se demostró en la remontada ante el Racing de Santander y la importante victoria ante el Atlético de Madrid, en las que Yomus y Gol Gran iniciaron sus cánticos en el segundo tiempo, llevando al Valencia hasta la victoria.
Pese a estar acordada la creación de la Curva Nord para la próxima temporada, desde estas peñas quieren adelantar esta creación, ya que consideran que viendo el ambiente de Mestalla del pasado año se quiere volver a crear la ilusión que tanto ha faltado estos últimos años. Por ello, tanto Yomus como Gol Gran seguirán con sus reivindicaciones y han convocado una concentración para el próximo día 21 en la Plaza de la Afición.

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