miércoles, 14 de diciembre de 2011

700 hinchas y grandes medidas de seguridad

El Athletic es lo que desea la UEFA para su Liga Europa, un equipo capaz de movilizar personas pacíficas con ganas de hacer turismo y gastar dinero para acompañarle por el continente. La mejor prueba de ello es lo que va a suceder hoy en el Parque de los Príncipes. Pese a que no hay nada en juego para los rojiblancos, el club ha vendido 700 entradas para el choque, según han desvelado a este periódico fuentes cercanas a la junta.
Para hacerse con las localidades estas personas han tenido que facilitar al Athletic su identidad y su plan de viaje y alojamiento en la capital gala. Estas medidas están incluidas en la catalogación del choque como de 'alto riesgo' por parte de la Gerdarmería. La Ertzaintza emitió la pasada semana un listado con advertencias para los hinchas rojiblancos. Les recomienda «no frecuentar los bares situados alrededor del estadio al ser centro de reunión de ultras del PSG», evitar por el mismo motivo la línea 9 del Metro y la estación Porte de Sain Cloud y utilizar en su lugar la línea 10 y bajarse en Porte D'Auteuil.
En el partido de ida del pasado 29 de septiembre, los ultras del PSG protagonizaron graves incidentes en Bilbao. Nueve de ellos fueron detenidos tras agredir a ciudadanos en un bar en la calle Licenciado Poza. Uno de los atacados fue hospitalizado. Otros cuatro radicales galos fueron arrestados por las refriegas que organizaron en el interior de San Mamés. El PSG les impide acceder a su estadio, pero no puede evitar que acompañen a su equipo fuera de París.
La Ertzaintza ha enviado a dos agentes a Francia para coordinar las labores de seguridad con la Gendarmería. Estos policías se quedarán en la capital gala hasta mañana. Su misión es atender las incidencias que se puedan producir con los hinchas del Athletic.
Las medidas de seguridad son importantes. Una furgoneta policial y dos motocicletas con agentes franceses esperaron al Athletic en el aeropuerto Charles De Gaulle para escoltar al equipo en todo momento durante su estancia en París. Esa dotación abrió paso a los autobuses rojiblancos -uno para jugadores y técnicos y otro para directivos- hasta su hotel en Montparnasse en medio del descomunal atasco de la ciudad a mediodía.

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