La hinchada del Espanyol abronca al Consejo y muestra pancartas en su contra

Las 16.627 personas que se dieron cita en las gradas del estadio de Cornellà-El Prat (la peor entrada de toda la temporada) para presenciar el Espanyol-Sevilla (1-1), abroncaron al Consejo que preside Ramón Condal por el mal papel del equipo que entrena Mauricio Pochettino durante el presente curso. Apuntaba el Espanyol para acabar en puesto europeos y quedó abajo de la clasificación. El malestar lo reflejó la hinchada con pancartas de desprobación y una sonora pañolada.

Y a ello se aprestó la grada hoy, con los miembros de La Curva como banderín de enganche para incendiar a todos los habitantes del graderío. 'Directiva dimisión' fue el grito de guerra, con la afición pañuelo en mano y mirando a los habitantes del palco.

Todo una serie de pancartas con lemas claros y elocuentes aparecieron en el fondo donde habitan los hinchas de La Curva. 'Improvisación', 'Mentiras', 'Deudas', 'Sueldazos', 'Falta de actitud', 'Mediocridad', 'El club del día de la marmota' y 'Afición de Champions' se podía leer en las pancartas. La bronca arreció al filo del descanso, cuando Negredo puso el 0-1. Para entonces bastantes aficionados habían dejado ya sus asientos en el fondo de La Curva. Y los que quedaron, en la reanudación, optaron por dejar de animar. Sólo les levantó los ánimos Tamudo, al lograr el gol salvador del Rayo. 'Tamudo, Tamudo', coreó la grada. ¡Increible!.

La afición del Espanyol ha acabado quemada en el actual curso. Comprensible. Pese a ser el equipo más joven de la Primera División, el grupo que entrena Mauricio Pochettino se ha venido abajo en la segunda parte del Campeonato tras acaricicar durante gran trecho del ejercicio los puestos europeos en la clasificación. Hoy Coutinho, tras otro magistral pase de Verdú, evitó que el Espanyol sumara la quinta derrota seguida en los últimos seis partidos.

Con la gran deserción de la afición y la bronca de los que acudieron (hasta Álvaro tuvo su ración), el Consejo debería tomar buena nota. Aunque en muy delicida situación financiera, el mensaje de la grada es que la hinchada se resiste a que el Espanyol afronte otra temporada con el único objetivo de la permanencia. Que no es poco. ¡Que se lo digan a Tamudo!