"No somos racistas, pero para nosotros la ausencia de futbolistas negros en la plantilla del Zenit es una importante tradición que refuerza la identidad del club", señala el manifiesto "Selección-12" colgado hoy en la página web Landskrona ("Fortaleza" en sueco).
La nota, publicada hoy por toda la prensa rusa, subraya que "como club más norteño de las grandes ciudades europeas (el Zenit) nunca tuvo vínculos con µfrica, ni con América Latina, Australia u Oceanía".
"No tenemos nada en contra de los habitantes de estos u otros continentes, pero queremos que en el Zenit jueguen sobre todo jugadores afines en espíritu y mentalidad", sigue el texto, publicado tres días después de que Joseph Blatter, presidente FIFA, ratificó una política de "tolerancia cero" hacia casos de racismo en el fútbol ruso.
"Ahora al Zenit se le están imponiendo futbolistas negros casi por la fuerza y esto causa una reacción negativa", dice la nota, en posible referencia a los fichajes esta temporada del atacante brasileño Hulk y del volante belga Axel Witsel.
Los fanáticos afirmaron que también se oponen a que "en la plantilla del Zenit, que marcha tercero en la Liga actual, jueguen representantes de los minorías sexuales".
"Queremos recordar que los futbolistas recalan en nuestro equipo no debido a su procedencia étnica o el color de su piel, sino por sus cualidades y logros deportivos", replicó el club, que destaca su política "dirigida al desarrollo e integración en la comunidad futbolística mundial" y aclaró que "no respalda posturas arcaicas".
"El Zenit siempre destacó por su tolerancia y siempre reunió en sus filas futbolistas de diferentes orígenes o credos. De hecho, nuestro club cuenta con un ejercito de muchos millones de aficionados en todos los continentes", añadió el club.
En un partido de Copa UEFA de 2008 contra Olympique Marsella, que contaba con muchos jugadores negros, fanáticos del Zenit lucieron en las gradas trajes de la organización xenófoba Ku Klux Klan.
Esa manifestación discriminatoria le costó entonces al Zenit una multa de 40 mil euros.
El fútbol ruso padece desde hace tiempo la filtración de grupos nacionalistas de extrema derecha en las aficiones de los clubes locales, protagonistas además de diversos hechos de racismo.
La nota, publicada hoy por toda la prensa rusa, subraya que "como club más norteño de las grandes ciudades europeas (el Zenit) nunca tuvo vínculos con µfrica, ni con América Latina, Australia u Oceanía".
"No tenemos nada en contra de los habitantes de estos u otros continentes, pero queremos que en el Zenit jueguen sobre todo jugadores afines en espíritu y mentalidad", sigue el texto, publicado tres días después de que Joseph Blatter, presidente FIFA, ratificó una política de "tolerancia cero" hacia casos de racismo en el fútbol ruso.
"Ahora al Zenit se le están imponiendo futbolistas negros casi por la fuerza y esto causa una reacción negativa", dice la nota, en posible referencia a los fichajes esta temporada del atacante brasileño Hulk y del volante belga Axel Witsel.
Los fanáticos afirmaron que también se oponen a que "en la plantilla del Zenit, que marcha tercero en la Liga actual, jueguen representantes de los minorías sexuales".
"Queremos recordar que los futbolistas recalan en nuestro equipo no debido a su procedencia étnica o el color de su piel, sino por sus cualidades y logros deportivos", replicó el club, que destaca su política "dirigida al desarrollo e integración en la comunidad futbolística mundial" y aclaró que "no respalda posturas arcaicas".
"El Zenit siempre destacó por su tolerancia y siempre reunió en sus filas futbolistas de diferentes orígenes o credos. De hecho, nuestro club cuenta con un ejercito de muchos millones de aficionados en todos los continentes", añadió el club.
En un partido de Copa UEFA de 2008 contra Olympique Marsella, que contaba con muchos jugadores negros, fanáticos del Zenit lucieron en las gradas trajes de la organización xenófoba Ku Klux Klan.
Esa manifestación discriminatoria le costó entonces al Zenit una multa de 40 mil euros.
El fútbol ruso padece desde hace tiempo la filtración de grupos nacionalistas de extrema derecha en las aficiones de los clubes locales, protagonistas además de diversos hechos de racismo.
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