lunes, 10 de diciembre de 2012

Un derbi de auténtico hermanamiento

El derbi Málaga-Granada fue un auténtico partido de hermanamiento entre aficiones, a pesar de la crudeza del resultado, que deja al conjunto vecino en una situación clasificatoria preocupante,
La zona de la curva de Malaka Hinchas acabó el encuentro con gritos de «¡Granaaaada, Granaaaada!», que denotaban claramente que no hubo violencia verbal ni física durante el partido. Realmente, la rivalidad en los últimos tiempos entre estos dos clubes andaluces se reduce a lo deportivo, a diferencia de tiempos pretéritos.

La amplia vigilancia policial en los exteriores de La Rosaleda estuvo de más. En la grada reservada a las aficiones visitantes acudieron 780 simpatizantes del Granada, que retiraron sus localidades en su propia ciudad a treinta euros. A título particular es posible que acudieran otros granadinos en otros lugares del estadio.

Antes del partido hubo una comida de hermanamiento en la sede de la Peña Malaguista de El Palo, con los presidentes de ambas federaciones de peñas e intercambio de presentes. Por parte de la Federación de Peñas del Málaga estuvieron su presidente, Miguel Molina; el vicepresidente, Arturo Caracuel; el tesorero, Miguel Gómez, y la presidenta de la Peña Malaguista de El Palo. Por parte de la federación granadina, su presidente y ocho miembros de su junta directiva.

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