Los ultras detenidos por la trifulca de El Molinón niegan los hechos

Los tres últimos miembros de la peña Ultra Boys detenidos en relación con los altercados que tuvieron lugar el pasado 11 de mayo en el estadio de fútbol de El Molinón, a los que se acusa de un delito de desórdenes públicos, quedaron ayer en libertad con cargos tras declarar ante la juez de instrucción que se encontraba de guardia. Los aficionados negaron en todo momento ser responsables del delito que les imputan los agentes de la brigada de información del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Gijón.
Los agentes han arrestado a lo largo de los últimos días a ocho radicales como responsables tanto de la trifulca que se produjo en la grada sur del estadio durante el partido que enfrentaba al Sporting con el Córdoba como de la agresión que sufrieron tres de los auxiliares de seguridad de El Molinón que intentaban, tras el encuentro, impedir que los aficionados accedieran a los garajes del estadio. Todos los acusados se encuentran ya en libertad. Los tres últimos detenidos -cuyas identidades responden a las iniciales R. N. M., R. V. G. y J. C. F. R.-, cuentan con antecedentes penales por delitos de resistencia, riña tumultuaria, desobediencia, daños o quebrantamientos de medidas cautelares. Las investigaciones no se dan por concluidas, por lo que no se descarta que en los próximos días puedan producirse nuevos arrestos relacionados con los altercados de El Molinón.
La Policía asegura en el informe presentado en el Juzgado que los problemas comenzaron en el minuto 20 de la segunda parte del encuentro, cuando un grupo de unas 200 personas «comenzaron a desplazarse en masa lateralmente con el consiguiente riesgo para el resto de los asistentes». Diez minutos más tarde los aficionados más radicales del Sporting volvieron a moverse. Fue entonces cuando se ordenó la identificación de varios de estos jóvenes, que lanzaron «varios objetos» a los agentes llegando incluso a aporrear una de las puertas del estadio a su salida y a agredir a tres auxiliares de seguridad de El Molinón que trabajaban en el garaje del estadio.