El Rijeka, preocupado con la violencia de sus aficionados

El encuentro del pasado fin de semana, en el que el Rijeka, rival del Betis este jueves en la Liga Europa, recibió en su estadio de Kantrida al Hajduk Split, que finalizó con 1-1, ha elevado la preocupación de los dirigentes del equipo croata, ante la escalada de violencia de sus aficionados. Los incidentes registrados entre las aficionados finalizaron con un balance de más de 13 heridos y 30 detenidos.
De hecho, el Rijeka ya afrontó sanciones de la UEFA por la introducción de bengalas y botes de humo en las primeras eliminatorias de la competición europea, algo que se viene repitiendo habitualmente en cada encuentro que disputa como local. Ayer, el club croata realizó un comunicado en su web oficial en el que indicó que tratará de erradicar cualquier atisbo de violencia de sus gradas.
"El consejo de HNK Rijeka está horrorizado con el comportamiento salvaje de algunos individuos en el partido ante el Hajduk, que pusieron en peligro la seguridad de aficionados inocentes, los verdaderos fans del fútbol. Estamos sinceramente preocupados y pedimos disculpas por la escalada de violencia en las gradas y el daño a la seguridad de los visitantes. En coordinación con la policía y los servicios de seguridad, hemos preparado una serie de medidas adicionales destinadas a prevenir hechos similares en el futuro", señaló el comunicado, que dejó claro su tolerancia cero con la violencia ejercida por algunos de sus hinchas.