Hace unos años nació la Curva Nord, que pretendía unir al grueso fuerte de la afición más pasional del Valencia y generar en Mestalla un grupo de animación que rugiera y llevara en volandas al equipo en cada partido. Con mayor o menor éxito, lo consiguieron. Con 1.800 socios, la CN10 Mario Alberto Kempes, nombre en homenaje al exjugador argentino del Valencia, lleva la voz cantante en la grada y hace olvidar las discretas entradas de espectadores que viene registrando el feudo che durante los últimos años. El club agradeció el esfuerzo realizado por el grupo y le dedicó al final de la temporada pasada un emotivo vídeo en el que colaboraron futbolistas del primer equipo. La Curva Nord dejará de lado su fractura interna y estará el domingo en el anillo superior del Martínez Valero. En el otro vértice del estadio verán a los miembros de Jove Elx, una peña que se puso como modelo a seguir el ejemplo de Mestalla para crear una grada de animación que generara una gran atmósfera en cada partido. Pero no les han dejado. A la represiva actitud policial, que tiene como único fin la desaparición del grupo, se suma la indiferencia del Elche C.F; que hace oídos sordos a las reclamaciones de la peña y achaca sin rechistar las medidas policiales. Actitud irresponsable del presidente José Sepulcre y de su cúpula. En el último episodio, según denuncia Jove Elx, el club ha impedido a sus socios retirar entradas para este partido por indicaciones de la Policía. Cuesta entender los motivos. ¿Quién no quiere ver una curva sur repleta de gente animando al equipo?. Eso es lo bonito del fútbol. Hace dos meses estuve en Mestalla viendo el Valencia-Rayo. El partido, un tostón; pero mereció la pena solo por ver en directo el bonito despliegue de color y animación que pone la Curva Nord. Y eso que no era una cita especial. También por el precio de la entrada, 5€ la más barata. Esa es otra asignatura que tiene pendiente esta directiva. A Jove Elx se le podría achacar muchas cosas durante las últimas décadas; como un pasado politizado, algunas reyertas o determinados insultos al rival que en nada le benefician. Tampoco le ayudó que algunos de sus miembros entonaran gritos racistas el día del Granada -también lo cantaron aficionados de preferencia-; aunque a su favor, y al de toda la afición en general, he de decir que yo nunca había escuchado eso en el MV. Pero no hay más que haberse acercado durante las últimas temporadas a la curva sur para ver que muchas cosas han cambiado; al menos dentro del estadio. Fui abonado de esa zona durante tres años y pude ver de cerca el trabajo que realizaban y la importancia fundamental que tienen a la hora de animar al equipo. Presentaban lagunas, como todos, pero habían encontrado el camino correcto para que creciera en el Martínez Valero un gran grupo de animación que marcara un antes y un después en la grada. Todo iba bien, hasta que la Policía impuso su criterio y el club lo aceptó. Que Jove Elx no guste a determinadas personas del CNP no es motivo para que le impidan entrar bombos y tifos (pancartas gigantes) o para sufrir constantes controles policiales en cada partido. Tampoco encuentro argumento a que prohiban a sus miembros viajar en los desplazamientos organizados por el club. Recuerdo tifos espectaculares en los derbis ante el Hércules o uno muy bonito una noche de Copa en la visita del Betis, cuando llenamos la curva sur de bengalas pequeñas. Aún se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Eso, reitero, es lo que hace grande a este deporte y al Elche en particular. ¿Por qué no podemos verlo en el Martínez Valero cuando es algo habitual en el resto de estadios de España?. El Elche Club de Fútbol, con el pesidente José Sepulcre a la cabeza, debe tomar cartas en el asunto y encontrar una respuesta a este conflicto. Y la solución pasa por dejar a Jove Elx que anime en libertad, como cualquier otra peña franjiverde y al igual que en cualquier otro estadio. Simplemente eso. El club se equivoca esquivando este asunto y más aún permitiendo determinadas acciones destinadas a desquebrejar a su principal grupo de animación. Por el bien del Elche y su afición, la curva sur debe recuperar el espíritu de temporadas pasadas y seguir creciendo. Ya no solo por justicia, pues están en su derecho de animar libremente; sino también porque el equipo y el Martínez Valero necesitan el aliento de Jove Elx.
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