Había mucha expectativa y cierto temor por ver reunidos en Donostia a 1.800 hinchas del Manchester United, a los que se preveía con mucha sed. Se cumplió este último extremo y acabaron con la gasolina de su oro líquido, la cerveza, en varios establecimientos de la Parte Vieja, pero no sucedió nada. A la Real no llegó noticia de ningún altercado protagonizado por los 'supporters' de los 'Diablos Rojos', cuyo comportamiento ha sido destacado por los responsables del club y de los bares que les atendieron.
Los seguidores de la Real habían dado ya una lección dos semanas antes por las calles de Manchester. Fueron 6.000, también trasegaron muchas pintas, pero se portaron de manera tan correcta, que hasta los habitantes de la localidad industrial acudían a chocarles las manos, hacerse fotos o les saludaban desde los balcones.
"Era sobre todo gente mayor, de alrededor de 50 años; había un gran ambiente y no dieron ningún problema". Las palabras son de Rubén, gerente del Txurrut, bar ubicado en la Plaza de la Constitución, al que le tocó currar a destajo sobre todo el lunes, pero también el martes. Eduardo, camarero del bar Gorriti, también ensalza el buen comportamiento de unos hinchas con mala fama: "Por lo menos aquí se portaron fenomenal, como nosotros cuando estuvimos en Manchester. Cantaron, claro, pero se comportaron 'de pura aldaba', muy bien".
Todos conocían su pasión por la cerveza, pero verles ingerir in situ sorprende hasta el más habituado a los excesos con el alcohol: "Cerveza, bebieron mucha. Ellos bebían cerveza, mientras ellas, vino blanco", relata Rubén. "Por todo lo que bebieron, es imposible que vieran el partido en condiciones", remata.
"Se tomaron hasta el pulso"
"Consumiendo, se tomaron hasta el pulso. Pero pagaron religiosamente y no dieron ningún problema", aporta Eduardo. En ambos bares tuvieron a los hinchas todo el día: "Éstos son de ir a un sitio, quedarse allí todo el día y sacar otra, y otra, y otra, y otra", indica el camarero del Gorriti. El desenlace fue el esperado: "Nos dejaron sin cerveza. Se acabó toda, los botellines y los barriles. Menos mal que ya era la hora de irse".
En el Txurrut tampoco dejaron de accionar el cañero: "Hubo gente que llegó a las 11 de la mañana y se fue a las siete de la tarde. Se lo pasaron muy bien. Nadie les molestaba y ellos tampoco. Se limitaban a beber cerveza", informa Rubén.
Los aficionados del United montaron una especie de cuartel general en el Gorriti. "El partido en Manchester nos pilló de vacaciones y allá fuimos. Y el lunes algunos ingleses nos reconocieron en nuestro bar. Coincidíriamos en algún pub allá", relata Eduardo. Pidieron permiso para plantar una bandera en la fachada y ese fue el reclamo definitivo para la masa, que en su mayoría no lucía su camiseta roja de los 'Diablos Rojos'.
"Llegaron chicos de la Real con su camiseta y comenzaron a cantar unos y otros sin ningún problema", señala Eduardo. "Si alguno se subía a un taburete, le mandabas bajar y lo hacía sin rechistar", apuntilla. Pareció deleitarles la cerveza de aquí, aunque la de la isla sea más fácil de ingerir: "Al final es cerveza, aunque es verdad que la de ellos es más 'light'".
Los 'hooligans' más violentos tinen prohibido desplazarse y se quedaron en Inglaterra. A Donostia llegaron pacíficos seguidores del United que querían pasar dos buenos días y animar al equipo de su alma. Poco que ver con el grupúsculo de hinchas ultras del Lyon que causaron destrozos y sembraron violencia el pasado 28 de agosto por Donostia.
Uno de los cánticos favoritos de los fans de los 'Red Devils' es el clásico 'Glory, glory ManUnited'. En Donostia prefirieron glorificar su carburante: 'Glory, glory, garagardo..."
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