jueves, 5 de diciembre de 2013

El ‘nuevo’ líder de Ultras Sur desaparece de Twitter

El 2 de diciembre el presunto nuevo líder de Ultras Sur, Antonio El Niño, salió a escena. Hasta ese momento la prensa española había estado documentando los conflictos internos de la facción más violenta del futbol español que apoyaba al Real Madrid, pero sin ponerle nombre y apellido.
Se sabía que Álvaro Cadenas, el que en su momento fue brazo derecho de Ochaíta, uno de los miembros más antiguos del grupo, seguía al frente de la vieja guardia, sin embargo, y aunque había información sobre una fracción joven descontenta con el liderazgo de Cadenas, no se conocía al líder que encabeza la generación creciente.
Hasta que un periodista del periódico El Mundo reveló su nombre. Antonio El Niño. Después de leer su reportaje, comencé la investigación. Como antecedente sobre los canales de comunicación y la forma de operar de Ultras Sur tenía el libro Diario de un Skin (Editorial Temas de Hoy 2003) que había leído con anterioridad y que algún día escribiera Antonio Salas, el periodista que se infiltró en Ultras Sur para documentar las características sociales e ideológicas de esta facción de extrema derecha que arropaba al Real Madrid.
Sabía que los ultras se comunicaban a través de los diferentes foros de Internet, casi siempre con un pseudónimo y la terminación 18 y 88. El número  1 en este caso representaba la primera letra del abecedario, A de Adolf, mientras que el 8 correspondía a la octava letra del abecedario, la H de Hitler, o sea que 18 significaba Adolf Hitler en clave ultra y el 88 Heil Hitler en el lenguaje encriptado de los nazis en la web.
Comencé a buscar en twitter por el nombre de Antonio El Niño. Sabía que era poco probable que el presunto nuevo líder de Ultras Sur se hubiera registrado con su nombre real. Me encontré con varios usuarios que seguramente hacían referencia a él porque sólo hacían mención al tuit que el redactor publicó en su texto: “soy del Atlético, me gusta el Madrid y piso las gradas del Bernabéu. Al que no le guste ya sabe. Heil Hitler!”. Encontré poco más.
Seguí buscando, Ahora con el nombre de la facción radical: “Ultras Sur” “Antonio El Niño” “Álvaro Cadenas”. El círculo se iba cerrando conforme aparecían los usuarios con las terminaciones “18 y 88”. Un usuario que se había registrado como @MIGUELMMR8, pero que aparecía como MIguelMadrid88, me hizo pensar que @Outlawmadriz podía ser el personaje que buscaba: “porq no tiene nada que ver ser del ATM con defender ultrassur, @Outlawmadriz es autentico y no oculta nada a nadie”, decía su tuit.
Otro usuario (@AvantiReal) copiaba la cuenta de @Outlawmadriz y preguntaba: “para cuando la vuelta del Ultrassur con la normalidad al Bernabéu?”. Y finalmente @PorsiempreCR me convenció de que así era, había llegado al perfil de twitter de Antonio El Niño: “Ahora tienes el cargo, tienes que sacar esto adelante UL UL ULTRAS SUR- UL UL ULTRAS SUR! @Outlawmadriz”.
El perfil de twitter de Antonio El Niño
Entré al perfil que tanto mencionaban algunos usuarios. No pensé que doce horas después de haber entrado a su timeline, Antonio El Niño cerraría su cuenta, por lo que tampoco tomé screen shots de su perfil ni de sus tuits, pero encontré algunos que otros usuarios había recogido (ver imágenes al final de la nota). Incluso su último mensaje diría: “Buenas noches rojos de mierda”.
Fui recorriendo su muro sin observar detenidamente sus mensajes hasta situarme a comienzos del verano de 2013, periodo en el que comenzaba a hablar más de futbol y Ultras Sur. De esa forma tendría mejor detalle de la evolución de su liderazgo. Definitivamente era él. Localicé los tuits a los que hacía mención el reportaje del diario español. “El futbol me la suda”, decía en uno. “Que coñazo de tarde, fútbol y lluvia”, decía en otro. ‘Eso de animar a un equipo no es lo mío’, sentenciaba. Afirmaba que siempre le había ido al Atlético de Madrid, pero que defendía al conjunto merengue en las gradas del Santiago Bernabéu.
Varios de los usuarios que interactuaban frecuentemente con él parecían formar parte del Frente Atlético, la facción radical del conjunto colchonero, entre otras cosas porque en su perfil mostraban la bandera rojiblanca. Pasado el verano, ya por el mes de octubre, parecía que Antonio iba cobrando fuerza dentro de Ultras Sur. Cada vez eran más frecuentes los ataques e insultos de usuarios ultras de otros equipos. En sus mensajes era más radical. Los “Heil Hitler” y “Buenas noches rojos de mierda” se repetían con regularidad.
El 15 de octubre, @AtienzaRaul le pregunta lo siguiente: “para cuando se va a acabar con gente como Antonio menendez mories y su banda nazi outlawmadriz?”, lo que significa que el liderazgo de Antonio ya se hacía sentir en las redes sociales. Para noviembre, Antonio comenzaría su lucha interna por el poder. Lanzaba amenazas encriptadas. Se venía la guerra. Se refería a Álvaro Cadenas como la persona que lucraba con Ultras Sur y aseguraba que pelearía por una causa justa, la cual consistía en que el grupo fuera de todos y no de una sola persona. ‘AC le conto todo lo que sucede a la policía y a la directiva, solo le falto avisarle al FBI chivato de mierda’, decía en uno de sus tweet.
El 9 de noviembre en la noche, después de la pelea entra ambas facciones afuera de un bar antes del partido frente a la Real Sociedad, Antonio El Niño se había salido con la suya. Los mensajes de aliento se hacían sentir. Varios ultras le apoyaban y le animaban a cerrar filas después de quitarle el control a Álvaro Cadenas. Él, por su parte, se mostraba conciliador. Decía que era momento de cerrar filas para fortalecer al grupo después de la fractura. Entonces apareció en la historia el @Viejoskinhead. Parecía muy cercano a Álvaro Cadenas, incluso su brazo derecho, porque parecía que sería el intermediario entre Antonio y Álvaro. Le reprochaba al Niño sus formas, mientras éste le respondía que era una lástima que un tipo con la leyenda de Álvaro no se hubiera ido por las buenas y tuviera que verse forzado a sacarlo por el bien de Ultras Sur. El intercambio de mensajes era constante. Parecía la transición de poderes, el cambio de generación, una negociación pacífica después de que la sangre corriera por el Drakkar, bar en el que se reunían todos los radicales antes de cada partido en la Castellana. Los mensajes del @ViejoSkinhead no se podían leer porque su cuenta estaba restringida sólo para sus seguidores, por lo que sólo se podían ver las respuestas de Antonio.
@Outlawmadriz cierra su cuenta
Después de que el 2 de diciembre el diario El Mundo sacara el reportaje que le daría nombre y apellido al presunto nuevo líder de Ultras Sur, la fama del Niño se vino arriba en cuestión de horas. Los mensajes de aliento, por un lado, y los de amenaza, por el otro, se acumulaban en su perfil de twitter. Antonio respondía a casi todos. A los suyos les pedía prudencia, mientras que a sus nuevos enemigos los encaraba y les exigía que dieran la cara a ver si era cierto que tenían tantas agallas.
Pero lo cierto es que el haber llegado tan lejos y alcanzar las primeras planas de los diarios deportivos y generalistas no le hizo gracia. Primero porque cometió el error de dejar huellas de su pasado colchonero en su perfil de twitter, lo cual, una vez alcanzado su objetivo de derrocar a Cadenas y al erigirse como nuevo líder, le sería utilizado en su contra por la facción derrotada con el objetivo de crearle más enemigos de los que él podía imaginar y mostrar una mayor resistencia al cambio generacional. Y segundo porque al alcanzar ese grado de fama en los medios de comunicación le había quitado su anonimato, de tal manera que ahora sería identificado no sólo por los suyos, por sus nuevos enemigos –que comenzaron a salir hasta por debajo de las piedras-, por la directiva y seguridad del Real Madrid, sino también por la policía de investigación.
Antonio, seguramente asustado al ver el revuelo que se había generado en los medios, escribió en su twitter que su objetivo no era tomar el mando de Ultras Sur ni mucho menos, que lo que él había querido es que el grupo dejara de ser un negocio para una sola persona y que fuera un beneficio para todos los que lo conformaban, de tal manera que proponía que hubiera una directiva que asumiera el poder y no un solo individuo como lo había hecho Álvaro. Pero no logró despistar a nadie. El daño estaba hecho, el trono le pertenecía, la nueva generación lo identificaba como el nuevo líder de la facción más violenta del futbol español.
Después de poner su último tuit el 3 de diciembre a altas horas de la madrugada hora de España, en el cual deseaba buenas noches a todos los “rojos de mierda”, cerró su perfil. A la mañana siguiente, cuando me levanté, ya no había registro de sus mensajes, sólo había respuestas de otros usuarios mencionando su cuenta. El Niño había desaparecido de las redes sociales. Había posiblemente rechazado el liderazgo de Ultra sur.
Pareciera que esta batalla interna, más allá de estar sujeta a los fines lucrativos que deja la marca Ultras Sur y que es una ventana de grandes dimensiones que ofrece la posibilidad de divulgar propaganda política de extrema derecha, se sustenta en un relevo generacional. La vieja guardia, constituida hace ya más de tres décadas, y dirigida actualmente por hombres mayores de 40 años, padres de familia, etcétera, ya no tiene cabida en un entorno social en el que los jóvenes, más radicalizados, más violentos, con un mayor entusiasmo y fanatismo por la ideología nazi, pero al mismo tiempo más peligrosos porque tienen otros principios y menos experiencia, se sienten con más fuerza para lograr un relevo generacional que está en marcha.

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