La guerra civil entre aficionados del Real Madrid vivió este fin de semana un capítulo que escenifica fielmente una situación de ruptura nunca vista en el club blanco.
Así, mientras miembros de Primavera Blanca, la peña auspiciada por Florentino Pérez, viajaron a Sevilla para apoyar al primer equipo en su goleada ante el Betis (0-5), los Ultras Sur se citaron en Valdebebas y animaron al Castilla, que perdió 1-2 frente al Sporting.
Afortunadamente, la batalla interna del madridismo se libra en las redes sociales. Al menos, de momento.
El presidente del Real Madrid expulsó a los Ultras Sur del fondo Sur del Santiago Bernabéu con la intención de crear una Grada Joven. Para ello ha depositado su confianza en dos peñas blancas: La Cásica y, sobre todo, Primavera Blanca.
Estos últimos son objetos de todo tipo de críticas por parte de Ultras Sur, e incluso de no pocos abonados madridistas que, sin estar de acuerdo con ciertas formas y símbolos utilizados por los radicales desalojados por Florentino, reconocen echar de menos su animación durante los 90 minutos de los partidos.
Son varias las quejas referentes al citado viaje al Benito Villamarín, sobre todo por lo sospechoso de su precio: 5 euros por aficionado, entrada incluída
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