viernes, 7 de febrero de 2014

Volverán a juzgar a hinchas egipcios sentenciados a muerte por disturbios

Apenas unos días después del segundo aniversario de la peor masacre del deporte egipcio, en la que 74 personas, casi todos hinchas del club cairota Al-Ahli, murieron en el estadio de fútbol de Port Said, un tribunal de apelación anuló ayer las condenas a muerte de 21 procesados, y ordenó repetir el juicio. El controvertido caso, que acarrea una gran carga política y que condenó al ostracismo a la ciudad mediterránea, podría reabrir las cicatrices aún frescas entre la hinchada de los dos clubes involucrados.
El de Port Said ha sido uno de los procesos más violentos de los últimos años en Egipto, que ha dejado un reguero de sangre más allá del fatídico estadio. Más de 40 personas murieron el año pasado en la espiral de violencia desatada en la ciudad al conocerse el polémico veredicto, que condenaba a la pena capital a una veintena de seguidores del Masri, el equipo local; a diferentes penas de prisión a otras tantas personas, y a cadena perpetua a cinco más, mientras absolvía a 28 acusados, muchos de ellos policías.
El tribunal aceptó ayer los recursos de la Fiscalía y las defensas y acusaciones particulares, y ordenó repetir el proceso, con lo que cabe la posibilidad de que las condenas más duras acaben suavizándose y algunos de los absueltos terminen condenados en el futuro.
El 1 de febrero de 2012, tras un partido de alto voltaje, los hinchas locales de Port Said, los 'Águilas verdes', se abalanzaron sobre los del equipo visitante, Al-Ahli, en cuanto el árbitro pitó el final del partido. La mayoría de las víctimas, casi todos ellos 'Ultras Ahlawi' del equipo cairota, fallecieron aplastadas en una avalancha al tratar de huir y encontrarse las puertas cerradas con cadenas. Otros murieron al caer o ser arrojados desde las gradas.
Acusaciones a la Policía
Los seguidores del Ahli acusaron entonces a la Policía de permitir e incluso orquestar la masacre en venganza, afirmaron, por el papel de los 'Ultras' en la revolución de 2011 y los meses posteriores. Agentes reconocieron entonces a este diario que no habían pedido la entrada a los asistentes al partido, ni les habían registrado en busca de posibles armas, a pesar de que el encuentro se consideraba peligroso. Sólo dos cargos policiales de Port Said, entre ellos el director de la Seguridad, fueron condenados a 15 años de cárcel.
El juicio estuvo plagado de carencias y algunos defensores denunciaron que se detuvo a muchos acusados sólo por llevar camisetas verdes (el color del Masri). Ayer, en un comunicado en Facebook, los 'Ultras Ahlawi', de los que se temía una reacción violenta, reconocieron que la sentencia no significa que los condenados vayan a ser absueltos y dijeron no esperar gran cosa de la judicatura. «El castigo por la sangre (de los fallecidos) sólo lo conseguiremos con nuestras propias manos».
La mayor parte de los grandes juicios que han tenido lugar desde la revolución de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak, entre ellos el del propio 'rais', han sido anulados y están siendo repetidos.

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