jueves, 6 de marzo de 2014

El fascismo y el fútbol

El fútbol y la política han estado más cerca de lo que uno creería. Han estado ligados más de lo que a uno le gustaría y el uno ha usado al otro para conseguir sus objetivos más de lo que se debería. Según la cuenta Juez Central de Twitter en un especial de la semana pasada para ESPN, Adolf Hitler descubrió en el fútbol y en especial en el Schalke 04 el mejor medio para hacer propaganda de su régimen debido a la gran popularidad de este deporte y por su elevado número de seguidores.
Si bien, no se pudo comprobar que Hitler fuera hincha del club como explica el autor, sí es bien sabido que este equipo representaba los ideales de la raza aria y de lo que Hitler buscaba en su Alemania Nazi.
“El Schalke 04, en cambio, representaba el ser ideal que inculcaba el nazismo: individuos de raza aria que en equipo se convertían en un conjunto invencible. El Führer, por lo tanto, era un hincha del Schalke a conveniencia”, afirma Juez Central. Además de eso, se sabe que sus hinchas llevaron pancartas alusivas al nacismo, que en varias oportunidades los jugadores del equipo hicieron el saludo Nazi antes de los partidos y que algo tuvo que ver el régimen para que ganarán seis títulos locales y tuvieran un invicto de casi cuatro años.
Sin embargo, Hitler no sería el único en adoptar a un equipo de fútbol para propagar sus ideales políticos. Mussolini también entendió que esta era la mejor forma para llegar a las masas por lo cual la relación entre el fascismo y la Lazio van muy de la mano.  No quiero decir que todos los hinchas de este equipo o sus jugadores sean fascistas, pero sí es cierto que un número de los ultras han realizado el saludo nazi, han llevado pancartas relacionadas al fascismo y han sido sancionados por varios cantos racistas.
Dice El Mundo Deportivo que “las relaciones con este movimiento italiano y su líder, Benito Mussolini, son sólidas. También tiene que ver el hecho de que, en su creación, en enero de 1900, los nueve jóvenes romanos que lo crearon (entre los que estaba el suboficial Luis Vigiarelli), eligiesen los colores celeste y blanco y el emblema del águila en homenaje al pasado imperial de la antigua Roma”.
Además explica el portal, que la Lazio también gozó de algunas ventajas. Por ejemplo, 1927 fue el único equipo importante de Roma que no se vio afectado por el intento del régimen de unificar a todos los equipos de la capital en uno solo. Sobre todo, “gracias a Giorgio Vaccaro, un general del régimen que era un apasionado del equipo celeste”. Por estas y otras razones, el equipo romano lleva a cuestas la categoría de ser el equipo europeo fascista por excelencia.
Francisco Franco fue otro quien decidió usar a un equipo de fútbol en específico como símbolo de su dictadura fascista. Según un documental de History Channel, Franco decidió utilizar al Real Madrid y así usar al equipo blanco, como soporte para ejercer su control sobre España.
De inmediato, el Barcelona se convirtió en la imagen de la resistencia y desde entonces Real Madrid y Barcelona se odian más allá del fútbol. Tanto así que Gary Linkener, jugador del Barcelona entre 1986 y 1989 afirmó que “la gente creía que el Real Madrid representaba a la España fascista” por eso los encuentros entre ambos clubes eran más que un juego.
Aunque lo anterior no se vio directamente relacionado en éxitos deportivos para el equipo de la capital española (entre 1939 y 1954 Real Madrid no ganó un solo título), siempre se ha dicho que fue la dictadura de Franco la encargada de llevar a Alfredo Di Stefano al club merengue.
Es bien sabido que el argentino ya había jugado unos amistosos con Barcelona, pero fue hasta que Franco y sus generales, secuestraron y chantajearon al entonces presidente del equipo catalán  y le dijeron que si no cedía a Di Stefano, sus empresas textiles tendrían revisiones fiscales muy serias. La “saeta rubia” llegó al Madrid y hoy todos sabemos lo que pasó.
Por otro lado Hitler y Mussolini no solo utilizaron clubes para su conveniencia, sino que también lo hicieron con las selecciones nacionales de sus respectivos países. El líder del fascismo italiano utilizó el mundial de 1934 (jugado en Italia) y del cual salió campeón, con fines políticos y propagandísticos. Para ese entonces, Giorgio Vaccaro dijo: “La última meta del acontecimiento será la de demostrar al universo lo que es el ideal fascista del deporte”. Pero la historia no terminaría ahí.
Un poco antes de jugarse la final del mundial de 1938, jugado en Francia, el entrenador de Italia Vittorio Pozzo, recibió un telegrama proveniente de Mussolini el cual contenía solo tres palabras: “Vencer o morir”. Aunque Italia ganó el partido 4-2 contra Hungría y el entrenador nunca admitió haber recibido dicho mensaje, el arquero húngaro Anta Szabo dijo alguna vez que: "Nunca en mi vida me sentí tan feliz por haber perdido. Con los cuatro goles que me hicieron, salvé la vida a once seres humanos. Me contaron antes de empezar el partido que los italianos habían recibido un telegrama de Mussolini que decía: Vencer o morir".
Con Hitler, no solo los jugadores de la selección de Austria fueron obligados a jugar para la Alemania Nazi, sino que además este supo utilizar a la selección nacional en su carrera política. Tanto así que unas de las imágenes más recordadas, es aquella de 1938 cuando Inglaterra decide jugar un partido amistoso en el terreno alemán y como si fuera poco, los jugadores ingleses hicieron el saludo nazi cuando se entonó el himno de Alemania.
Ni a Hitler, Mussolini o Franco les gustaba el fútbol, pero los tres vieron en este deporte, la posibilidad para exaltar el trabajo, la disciplina y las características de sus respectivos regímenes. 

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