Los prolegómenos del partido entre el Villarreal y el Betis se convirtieron en un homenaje tanto a sus aficionados como a los del fútbol en general, con la celebración de una serie de actos que culminaron en el minuto 12 del partido.
La iniciativa promovida por el club que preside Fernando Roig se produjo como respuesta al grave incidente del lanzamiento de un bote de gas lacrimógeno por parte de un vándalo en los últimos minutos del partido liguero ante el Celta en El Madrigal y que ha derivado en una multa de 6.000 euros y el apercibimiento del cierre de su estadio para el Villarreal.
Por todo ello, el club castellonense y su Agrupación de Peñas organizaron una jornada festiva que ha empezado a las 10.00 horas en la Plaza del Labrador, anexa al estadio, en la que habían instalados puestos de comida gratuita, todo ello animado con un potente equipo de música e incluso varios puntos de animación para los más pequeños con castillos hinchables y diferentes juegos.
El siguiente punto de la celebración se situó en el cruce de las calles Ermita y Blasco Ibáñez, donde cientos de aficionados se congregaron para recibir al autobús del Villarreal con cánticos y sus bufandas al viento.
Antes del partido, los jugadores y los árbitros saltaron al campo junto a niños de la escuela de fútbol del Villarreal enfundados con las equipaciones de todos los equipos de la Primera División, la selección española y la del árbitro.
Todos ellos, posaron junto a una pancarta que resume el espíritu de la fiesta organizada por el club castellonense: '#FútbolEs la pasión que nos une'. El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, asistió al partido respaldando la iniciativa.
Una vez empezado el encuentro, los aficionados utilizaron el minuto 12 para rendir un homenaje a los aficionados al buen fútbol con un bufandeo que duró 60 segundos.
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