El Napoli ha sido sancionado con jugar dos partidos a puerta cerrada en el San Paolo por el comportamiento de su afición en la final de El club partenopeo ha sido sancionado por que sus hinchas impedieron el inicio del encuentro e invadieron el campo al final. entre el conjunto partenopeo y la Fiorentina. Un encuentro en el que los aficionados de la Florentina también dedicaron un coro a los del Napoli. "Vesubio, lávalos con fuego", haciendo referencia al volcán napolitano, ha sido el cántico que ha llevado a que la 'curva Fiesole' del Artemio Franchi se deba cerrar durante un encuentro.
Los motivos para sancionar al Napoli con estos choques son, entre otros, desperfectos en una valla del estadio, los silbidos al himno nacional italiano, las amenazas de de invadir el campo al principio del choque, la camiseta color negro que exhibía el capo Ultra Genny ‘a Carogna en la que se refería a la muerte de un servidor del estado Italiano, el lanzamiento de petardos y bengalas en el inicio del partido y la invasión de campo de más de 200 aficionados al final del encuentro, además de provocaciones a la afición rival, la de la Fiorentina.
Este comunicado también ha hecho referencia a la afición de la Fiorentina, que además de los cánticos en contra de la hinchada napolitana, también se le achaca el haber pitzado el himno italiano y por un lanzamiento de una botella desde la grada que impactó en la cabeza de un Steward.
Roma niega que se negociara con el jefe ultra del Napoli
El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, ha asegurado este miércoles ante la Cámara de los diputados que "no se negoció" con el jefe de los ultras del Napoli si se tenía que disputar la final de Copa Italia de fútbol tras los incidentes previos al encuentro en Roma el pasado sábado.
Alfano ha acudido a la Cámara para informar sobre los altercados antes del encuentro Fiorentina-Napoli y en los que resultaron alcanzados por disparos de una pistola tres hinchas napolitanos, uno de ellos en estado aún muy grave.
Según la reconstrucción realizada por Alfano, "no hubo negociación" y las fuerzas del orden ya habían decidido que el partido se celebraría de todas maneras para evitar problemas" como los de la salida del estadio.
Ha recordado además cómo acabó en una batalla campal la suspensión del encuentro que exigieron los ultras romanistas durante el derbi Lazio-Roma del 21 de marzo de 2004 al haberse difundido en el estadio el falso rumor que un niño había sido atropellado por una furgoneta de la Policía.
Respecto a las imágenes tomadas del capitán del Napoli, el eslovaco Marek Hamsik, dialogando con el jefe ultra Gennaro de Tommaso, conocido como "Genny, 'a carroña", el ministro ha asegurado que fue un intento de "calmar los ánimos".
Alfano ha explicado que el futbolista fue acompañado por la policía bajo la curva (fondo) norte del estadio olímpico de Roma "exclusivamente para defenderle".
La decisión de Hamsik de ir a hablar con los hinchas, ha agregado Alfano, "fue una decisión del Napoli para calmar los ánimos y aclarar que los heridos no se habían producido por enfrentamientos entre los hinchas".
Sobre el tiroteo, Alfano ha confirmado la reconstrucción realizada el día después por las fuerzas del orden que permitió confirmar que el el conocido ultra del Roma, Daniele De Santis, de 48 años, fue el único que disparó.
Alfano ha asegurado que la Policía ha "excluido" la participación en los altercados de otras personas relacionadas con los grupos ultras del Roma, pero ha agregado que siguen las investigaciones.
El ministro también ha informado sobre el estado de salud de Ciro Esposito, el más grave de los heridos al recibir un disparo en el pecho, que ha tenido que ser operado dos veces y se encuentra aún muy grave.
La versión de los hechos de Alfano no coincide con la de los familiares de Esposito y otros aficionados del Napoli, quienes han asegurado este miércoles que De Santis no estaba solo y que los agresores eran un grupo de encapuchados.
Varios medios italianos aseguran que un informe atribuido a la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) indica que el ultra del Napoli quiso asegurarse de que no había muerto el aficionado más grave antes de "autorizar" que se jugase el encuentro y que amenazó a Hamsik si no se confirmaba que aquel aún estaba con vida.
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