De nuevo la vergüenza se cierne sobre los campos de Europa. La última escena bochornosa se vivió en la liga italiana, en concreto en el Atalanta-Milan, disputado en Bérgamo.
Dos semanas después de que en Villarreal le lanzaran un plátano al lateral brasileño del Barça Dani Alves, la escena se repitió en el estadio Atleti Azzurri d'Italia, cuando en un momento del partido, el jugador guineano del equipo rossonero Kevin Constant, al acercarse a la grada donde se situaban los ultras bergamascos, sufrió el lanzamiento de varios plátanos. Constant reaccionó protestando con el plátano en la mano, mientras su compañero de equipo, el holandés Nigel de Jong (también de color), cogió una de las piezas de fruta y se la comió. Clarence Seedorf, entrenador del AC Milan (también de raza negra), dijo tras acabar el partido, que "el que ha lanzado al campo los plátanos merece que le tiren un coco". Además, Seedorf felicitó a los jugadores por su reacción, que fue continuar en el terreno de juego
No hay comentarios:
Publicar un comentario