Tras la eliminación de Brasil de la Copa del Mundo, se registraron en Curitiba algunos casos de vandalismo, especialmente contra los autobuses. De acuerdo con información de la ciudad se registraron 15 incidentes en diferentes puntos.
Los vándalos lanzaron piedras, rompiendo ventanas, y hubo tres intentos de incendiar los vehículos de transporte público. En todos los casos, los incendios fueron contenidos por los lugareños.
Según el alcalde, todos los vehículos afectados fueron enviados a las empresas responsables y reemplazados, para no perjudicar el servicio a la población.
A través de su cuenta de Twitter, el alcalde Gustavo Fruet autorizó a la Guardia Municipal a actuar con fuerza para frenar el vandalismo y también llamó la atención a los militares y Policía Federal para que estén atentos a todo lo que suceda en la ciudad.
"No se trata de cualquier tipo de evento y no se puede admitir el vandalismo. Debemos de tener responsabilidad y serenidad en este momento, todos están preocupados por la seguridad de la población", dijo el alcalde.
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