Deportivo - Valencia

"Esta hinchada nunca se rinde" suele entonar la grada de Riazor en cada uno de los partidos del Deportivo. Ayer los seguidores dieron otra muestra de su fidelidad, ya que en uno de los momentos más complicados del equipo -llegó último a este partido- volvió a ocupar una buena parte del aforo del estadio: 21.908 espectadores. Una de las cifras más altas durante el curso, según los datos que ofrece el club tras cada jornada.

La "revolución" anunciada por Víctor Fernández a lo largo de los últimos días no pasó inadvertida para el deportivismo que, dispuesto a dar una nueva oportunidad a los suyos, quiso seguir testigo de la posible reacción ante uno de los equipo más fuertes de la Liga. De hecho llegó a Riazor sin haber perdido ni un solo encuentro, tan solo había cedido dos empates en las siete jornadas anteriores.

Pero además, no se trataba de un adversario cualquiera. Es uno de esos que motivan especialmente a los seguidores blanquiazules. "Después del Celta es uno de los que más interesa", había dicho Lucas durante la semana. Es uno de esos partidos que los coruñeses tienen que ganar más que jugar. Como sucedió ayer.

Esa rivalidad nació en la última jornada de la temporada 1993-94 cuando González le paró un penalti a Djukic en el tiempo extra y evitó que el Deportivo se proclamase campeón de Liga. En mayo de 2011, también los chés ganaron en Riazor y mandaron a los blanquiazules a Segunda.

Eso se encargaron de recordar ayer los escasos seguidores valencianistas, que lucieron una pancarta rememorando ambas fechas. Querían provocar. Lo buscaron desde mediodía cuando empezaron a acercarse a la zona del estadio. De hecho en la rotonda de las Esclavas "hubo un amago de escaramuza de un grupo pequeño de aficionados radicales del Valencia con otro de ultras del Deportivo", según la policía, pero el enfrentamiento se vio frustrado por la presencia de las fuerzas del orden y, en principio, no se produjeron detenciones. También tuvieron que intervenir los agentes para retener y sacar del estadio a un seguidor ché que invadió la zona de Preferencia.