El conductor de un autobús: «Oí a alguno decir que no valía la pena pasar lo que pasaron por el fútbol»

Cuando pasadas las nueve y media de la mañana recibió la llamada de la Policía Nacional, indicándole que regresara al punto en el que se apearon los hinchas del Dépor, José Alberto (prefiere que no salga publicado su apellido ni su foto), uno de los chóferes de Portomarín SA, que conducía uno de los autocares que llevaron a los Blues a Madrid, ni se imaginaba la que se había montado.

-¿Es normal que los Blues recurran a buscar un bus a Sarria?

-Sí, llevamos tres años realizando desplazamientos con ellos.

-¿Qué diferenció la ida de este viaje a Madrid de otros?

-Absolutamente nada. No percibí nada diferente. Nos citaron en un sitio, los recogimos, hicimos las paradas que nos indicaron. No es la primera vez que recogemos a gente en otros sitios.

-Algunas fuentes apuntan a que entrando en Madrid los precedían dos coches lanzadera.

-A mí no me consta. Sí es cierto que al llegar nos dijeron que siguiéramos a un coche, que era el que nos indicaría el camino a seguir por Madrid y dónde querían bajarse. Pero no es la primera vez que eso sucede en otros lugares. Conocen la ciudad y el sitio al que quieren ir. No le di más importancia.

-¿Portaban objetos contundentes?

-En absoluto. Alguno, no todos, llevaban pequeñas mochilas, pero ahí es imposible que metieran ningún palo ni nada. Algo pequeño, evidentemente, lo desconozco. Pero no tenía pinta de que fueran a pegarse con nadie, porque iban desarmados.

-¿Les dijeron que necesitaban estar a alguna hora? ¿Se mostraron nerviosos por el horario?

-Para nada. Antes de salir, pues lo típico, me preguntaron sobre qué hora llegaríamos. Hice cálculo y me equivoqué en una hora aproximadamente. Ellos creían que íbamos a llegar más tarde de lo que lo hicimos. Lo que pasa es que, aprovechando que muchos iban dormidos, hicimos menos paradas que otras veces. Al estar dormidos, no pedían parar tanto para fumar.

-En Collado recogieron a ultras de otros equipos.

-Yo no sé quiénes eran. Pero tampoco me pareció raro. Imaginé que era alguno que no quería meter el coche en Madrid y no le di más importancia.

-¿Cómo fue su comportamiento? ¿Detectó el consumo de alcohol o sustancias de otro tipo durante el trayecto?

-Se comportaron fenomenalmente, como siempre. Si es que nosotros nunca tuvimos problema con ellos. Es cierto que en alguna ocasión sabemos que la han montado, pero con nosotros siempre se han portado bien y han cuidado los autobuses.

-¿Al regreso oyó algo que le hiciera pensar que se habían citado?

-No, solo oí a alguno lamentándose y diciendo que no valía la pena pasar lo que pasaron por el fútbol y otro comentar que alguno del grupo se merecía una paliza por haber hablado de más por teléfono.