La Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), organización de aficionados y pequeños accionistas de clubes, cree que hay que renovar los procedimientos y adoptar mejores prácticas para evitar que se produzcan incidentes como los que se saldaron con un fallecido en una reyerta entre seguidores del Atlético y el Deportivo.
"Una vez aclarados los hechos y que los culpables hayan sido puestos a disposición judicial para que caiga sobre ellos todo el peso de la ley, habrá que proceder, dentro del marco de los órganos y mecanismos legalmente habilitados de prevención de la violencia en el deporte a reevaluar procedimientos y adoptar mejores prácticas para evitar, en la medida de lo posible, que este tipo de incidentes se repitan", señala la FASFE en un comunicado.
Este organismo apunta que "más allá de pedir responsabilidades concretas por los hechos, que solo pueden ser de los elementos que se aproximan al fútbol y lo utilizan como excusa para la violencia, entendemos que han podido producirse algunos errores en los dispositivos de seguridad", por lo que considera que se deben cambiar los procedimientos.
Así mismo da sus "condolencias a toda la afición deportivista y en concreto a los familiares y allegados del fallecido" y afirma que el fútbol "debe ser una fiesta, una celebración de la vida y no un motivo para la muerte".
Además, añade que desde FASFE apoyan "las medidas que desde las administraciones y los órganos de gestión y gobierno del fútbol se tomen para erradicar de una vez esta lacra de nuestro deporte" y recuerda que hace meses, junto con otras organizaciones de aficionados y en colaboración con Football Supporters Europe, la red continental de aficionados, han participado en un proceso de consultas abierto por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, así como en la conferencia "Respeto a la Diversidad" organizada por UEFA, FIFPro y la red FARE que trabaja contra la discriminación en el fútbol europeo.
En el último punto asegura que su postura es que "las actitudes violentas e intolerantes en el fútbol sean tratadas con la máxima dureza y sus responsables paguen por ello con las máximas penas que la legislación permita".
"También es nuestra postura que la legislación y políticas contra la violencia y la intolerancia en el deporte deben estar guiadas por los principios de educación, prevención, respeto a los derechos fundamentales y la cultura de grada de las aficiones y proporcionalidad y orientación a la educación de las sanciones. Hay que combatir la violencia y la intolerancia en nuestro deporte sin estigmatizar ni castigar a la inmensa mayoría de aficionados cumplidores de la ley que acudimos a los estadios a animar a nuestros equipos", añade.
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