Hace pocos días, los aficionados del Sevilla, ultras o no, que acudieron a Rotterdam a ver el partido ante el Feyenoord se sintieron ultrajados y maltratados por las fuerzas policiales holandesas, que detuvieron a un grupo de aficionados sevillistas radicales y que no permitieron acceder al estadio De Kuip a seguidores con enseñas sevillistas o simplemente que hablaran español. También el ayuntamiento de Rotterdam fue responsable en gran parte de estas polémicas decisiones. Asimismo, el Sevilla fue criticado por no hacerse cargo de sus aficionados y por no vender entradas ni amparar a los sevillistas que acudieron a este partido de la Liga Europa por su cuenta. Pues bien, apenas unos días después el propio Feyenoord y el ayuntamiento de Rotterdam han tomado algunas decisiones que han dejado en entredicho tanto sus actuaciones para ese día como al Sevilla.
El aplazamiento
Todo empieza precisamente en la Liga Europa el jueves 27 de noviembre. Mientras el Feyenoord ganaba al Sevilla, el PSV Eindhoven jugaba en Estoril un partido accidentado porque no se pudo acabar por las malas condiciones metereológicas y la lluvia. Solo se jugaron 45 minutos del choque, los otros 45 se dejaron para el día siguiente, viernes. Se jugaron a partir de las 17.00 horas, el PSV empató el partido y pasó de ronda. Pero ese tiempo de partido jugado el viernes provocó que el gran partido de la jornada del fin de semana en Holanda, el clásico PSV Eindhoven-Feyenoord, previsto para el domingo 30 (16.45), no se disputase, ya que no discurrieron las 48 horas ni los dos días y dos noches pertinentes entre partido y partido. El partido, pues, se aplazó.
Feyenoord, todo sin el aficionado, todo para el aficionado
La nueva fecha para la disputa del encuentro era la de este martes 2 de diciembre (20.45). Era la fecha elegida por la Eredivise, Liga Holandesa, y la Federación Holandesa. Pero hete aquí que lo que parecía un aplazamiento adecuado se convirtió en un gran problema. La razón, los aficionados del Feyenoord. Resulta que alrededor de 1.200 hinchas del Feyenoord habían sacado entradas para ver el partido ante el PSV, y debido a que la compañía de trenes holandesa NS no podía dar cabida a todos ellos en una fecha laborable, como la de este martes, se convirtió en imposible tal desplazamiento. Surgió entonces la alternativa del desplazamiento masivo en autobús, pero la policía y el ayuntamiento de Rotterdam rechazaron tal propuesta, ya que consideraban que no tenían efectivos suficientes para vigilar a todos los aficionados en un trayecto por carretera como ese. Pero, y aquí viene lo curioso y lo que puede llegar a indignar a los aficionados sevillistas, al no verse garantizada la asistencia de los aficionados del Feyenoord al partido, para el que tenían entradas, se aconsejó volver a aplazar el partido. Ese mismo ayuntamiento, de forma rotunda, decidió el mismo día del partido del Sevilla contra el Feyenoord, que ningún aficionado hispalense ni español entraría en el estadio, incluso aunque tuviera entrada comprada. Para los aficionados del Rotterdam, claro está, hubo más miramientos.
"Jugar sin aficionados visitantes en Eindhoven no es una opción para nosotros", dice el Feyenoord.
Como más miramientos tuvo el Feyenoord, al que no le importó prohibir la entradas a hinchas sevillistas en De Kuip aunque tuvieran entradas, pero que sin embargo no contempla jugar el partido ante el PSV en Eindhoven sin sus aficionados, literalmente. "Jugar sin aficionados visitantes en Eindhoven no es una opción para nosotros", ha comentado Eric Gudde, director general del Feyenoord, según recoge Marcador Internacional.
"Desde un punto de vista deportivo, lo mejor habría sido jugar el martes. Pero los intereses de los aficionados tienen más peso en este caso. Nuestra premisa es que el partido se dispute lo antes posible", ha asegurado Gijs de Jong, director de la KNVB (Federación Holandesa de Fútbol).
El partido, el PSV-Feyenoord, sigue sin fecha fija, y será complicado encontrarla porque ambos equipos siguen adelante en la Liga Europa. Pero, lo llamativo cuanto menos, es que lo que parecía un axioma para el Feyenoord e incluso para el Ayuntamiento de Rotterdam, y así lo transmitieron al Sevilla, las medidas de seguridad preventivas por encima de ciertos derechos (entradas compradas sin posibilidad de acceso), fueron no más que un recurso cómodo para evitar problemas, claro está, a costa del Sevilla y sobre todo del sevillismo. En circunstancias similares y con aficionados propios las decisiones han sido muy diferentes.
Igualmente, por cierto, distan en mucho las decisiones del Sevilla y el Rotterdam, en circunstancias no iguales pero similares. El club nervionense prefirió no vender entradas y evitar que sus aficionados estuvieran en Rotterdam, decisión controvertida. El Feyenoord es sin embargo rotundo en este punto: "Jugar sin aficionados visitantes en Eindhoven no es una opción para nosotros".
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