lunes, 22 de diciembre de 2014

Seguridad, deportividad

Veinte meses después, había muchas ganas de derbi mallorquín entre los aficionados, que acudieron muy pronto a la cita. Dos horas antes del inicio del encuentro ya había gente que decidió ir con antelación para no tener problemas para aparcar y tomar algo. Hubo lleno en Son Bibiloni para presenciar un choque marcado por un fuerte dispositivo policial, que se encargó de cachear y comprobar todo lo que entraba en el campo. 
No hubo ningún problema entre aficiones, a pesar de algún cántico salido de tono y de la pancarta situada detrás de la portería norte con el siguiente mensaje: "De campo en campo vivís mendigando". El que tampoco tuvo un recibimiento agradable fue el presidente del Mallorca, Utz Claassen, quien recibió una sonora pitada a su llegada al campo y en el acceso a su asiento en el palco. Aparte de los pitos, el dirigente alemán tuvo que soportar abucheos y mensajes como "directiva, dimisión" y "Claassen vete ya". Era su estreno como presidente pero no le dio suerte .
El único susto vino tras el gol de One, cuando la celebración de los aficionados provocó la caída de la valla publicitaria de la portería en la que marcó el defensa bermellón. Los operarios tuvieron que ajustarla y, afortunadamente, no pasó nada. Como es habitual, la afición visitante se ubicó en un extremo de la grada y abandonó el campo quince minutos más tarde que el resto.

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