Final con victoria del Betis frente al Sporting de Gijón en El Molinón y fiesta de los más de mil aficionados verdiblancos que se dieron cita en las gradas del estadio gijonés. En un partido muy tenso, igualado y en el que cualquiera de los dos equipos pudo ganar, tras el hermanamiento de aficiones con el que se inició el encuentro, la alegría y la sonrisa fue para los seguidores del Betis, que vieron como su equipo remontaba el partido con el tanto de cabeza de Bruno y el golazo de Xavi Torres.
Nada más pitar el final del encuentro el colegiado castellano leonés Valdés Aller, la zona del estadio donde se concentraba una cantidad algo inferior a setecientos aficionados verdiblancos -el resto estaba bastante repartido por todo el recinto- se convirtió en una auténtica fiesta con la que celebraron una nueva victoria, en un campo donde no había ganado nadie hasta el día de hoy. Los jugadores y el cuerpo técnico se acercaron también a agradecer los cánticos de ánimo y de apoyo durante el partido y por unos instantes, antes de irse a los vestuarios para cambiarse, se unieron también a la fiesta. Antes de que el balón empazara a rodar, ambas aficiones desplegaron una pancarta conjunta que rezaba “Distintos colores, la misma pasión”.
La afición del Betis ha vuelto a recuperar la ilusión en su equipo, tras la racha victoriosa de Merino y el regreso de Pepe Mel, después de ver como en siete partidos no se ha perdido y que con la victoria de hoy ha dado un golpe en la mesa al final de la primera vuelta para presentar su firme candidatura al ascenso directo al final de temporada. Que la afición y el equipo estén unidos hasta el final, debe ser una de las recetas para que el objetivo final se consiga
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