domingo, 1 de febrero de 2015

La rivalidad viene de lejos

Uno de los hechos más significativos de esta historia es que en la inauguración del actual estadio del Zaragoza, La Romareda, el equipo invitado fue Osasuna; en esa tarde del 8 de septiembre de 1957 se produjo una fiesta en la capital maña con jotas, danzas y presentes varios, donde los rojillos fueron los invitados de lujo.
Este no fue el único hecho, ya que más de 30 años atrás, en concreto el 7 de octubre de 1923, día en el que Osasuna inauguró el estadio de Torrero del Iberia, que años más tarde se uniría con el Zaragoza FC para fundar el actual Real Zaragoza el 18 de marzo de 1932.
Gracias a estas buenas relaciones entre los clubes, en la década de los 80, más de 7.000 seguidores rojillos acudían cada temporada a La Romareda para apoyar a los suyos. La gran sintonía entre las dos aficiones ayudó a que durante un tiempo los partidos entre ambos se denominasen derbis.
Pero todo cambió el 4 de octubre de 1987, en La Romareda. Una botella impactó en la espalda de Roberto Santamaría, tío del actual guardameta rojillo. Al darse este hecho, las aficiones se empezaron a intercambiar insultos y la Policía entró en acción. Posteriormente, los jugadores osasunistas declararon que los policías habían actuado con demasiada rudeza y que su afición no era la culpable de lo acontecido en el terreno de juego.
Estas discrepancias entre aficionados de ambos clubes coincidieron con la creación de dos grupos de hinchas con pensamientos políticos enfrentados. En 1987 se creó Indar Gorri y el año anterior se formó Ligallo Fondo Norte.
Desde entonces las posturas han seguido alejadas a pesar de diferentes intentos por parte de las directivas (y de las propias peñas, en 2013) para recuperar la buena relación que existió en su momento. 

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