domingo, 24 de mayo de 2015

La afición blanquiazul responde en los gritos de ánimo pero no en la asistencia

En cualquier otro estadio, jugándose lo que se está jugando la Deportiva, ayer se hubiese colgado el cartel de «no hay billetes». El Toralín ayer registró una entrada penosa. No se llegó ni a los 4.000 espectadores. A este paso el equipo se va a clasificar para el play off con los 1.500 de Fuentesnuevas. Pero posiblemente si lo logra, los que quieran ir al fútbol, no tendrán sitio, porque los que ahora no van, se apuntarán.
Fue una tarde para sufrir, como estaba anunciado. Curiosamente el inicio y fin de la mala racha de la Deportiva se produjo con el mismo árbitro, posiblemente uno de los mejores de la categoría y no porque siempre deje a los rivales de la Deportiva en inferioridad numérica.
En cuanto al examen de pitos y palmas, a pesar de las críticas en las redes sociales, Manolo Díaz se libró de silbidos. Sí que hubo algunos, totalmente incomprensibles, para Yuri. Las ovaciones fueron para Tete y para el ex deportivista Jonatan Valle.


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