jueves, 18 de junio de 2015

“Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón”

Pese a que la fiscal de menores dejó ayer en libertad a los tres menores detenidos --dos de ellos acusados de homicidio-- en la tercera fase de la Operación Neptuno relativa a la macrorreyerta del Manzanares en la que murió un hincha de Riazor Blues, las conversaciones de WhatsApp que contiene el sumario del caso reflejan su participación en la descomunal refriega.
“Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón a uno”, le escribe A.C.G. a su novia a las 9.26 de la mañana del 30 de noviembre, unos 30 minutos después de los hechos, y cuando él todavía contaba 17 años —cumplió 18 en marzo pasado—.
En la misma conversación, de madrugada, le explicaba a la chica que iba a ir a pegarse a la mañana siguiente, que pensaba llevar puesto “el North Face braga y gorra” y que esperaba que no le pasase nada. Ella le insta a tener cuidado y él le responde que pasará a verla por la tarde.
Horas después de la pelea, hacia las 12.00 de la mañana del mismo día 30, ella le busca preocupada porque ha visto en la televisión que “hay uno del Depor que ha muerto”, en referencia a Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy,  cuya autopsia reveló que falleció por un traumatismo craneoencefálico. Él no le dice nada, ni le da noticias. A las 15.10 el chico por fin contesta: “Ni idea de qué ha pasado, llevo toda la mañana estudiando y no he podido ir al fútbol, estate tranquila, el estudio ha ido muy bien”. Sin embrago, las fotografías le muestran —con la indumentaria que él mismo dijo que llevaría— en el lugar de la riña con una defensa extensible en la mano.
Por otra parte, el otro menor acusado de homicidio, que responde a las iniciales I.C.C., y que tiene 17 años, manda también distintos mensajes de texto y de voz por WhatsApp el día de autos. En ellos le reconoce a un amigo: “Sí, tío, hemos tirado a tres [al río], se nos ha ido”. Y en mensajes de voz, le explica cómo ha sucedido todo: “Los pequeños teníamos que vigilar, a las 9 vamos en plan todos en grupo, vamos cien tíos, ciento cincuenta tíos en plan todos vestidos de north face (ininteligible). Y nada, en plan todos gritando, todos juntos. Y cuando ellos ya estaban en el puente, en el paseo este del río, hemos empezado a gritar todos ¡Atletico Fans Hooligans!, acercándonos hacia ellos… Nos han empezado a disparar cohetes bombas de humo y todo, y nada, hemos salido corriendo a por ellos… Y el primero que nos ha venido, entre tres ha ido al puto río, pero ese no ha sido el que se ha muerto. El pavo que yo creo que se ha muerto, yo creo que se ha colgado del bordillo del puente, vamos del paseo este, y se le veían las manos tío, entonces al muy subnormal le han pillado y le han empezado a reventar botellas en la cabeza, puñetazos y yo creo que ha sido eso, en plan que se ha quedado sin conocimiento, y ya se ha caído al río. Y ya nos hemos pirado…”.
Y continúa: “Y nos hemos metido algunos en un bar, y nada, pues hemos estado allí desde las 9 hasta las 10:30, y como a las 10:30 ha entrado un furgón de nacionales, nos saca a todos fuera, yo he dejado la mochila dentro del bar y…la porra me he ido corriendo para dejarla en el baño y esconderla y luego la han pillado… Me la han pillado, vamos, que no he dicho que era mía ni nada, pero vamos que ha estado muy basto… El puto respeto que nos hemos ganado hoy, vamos, que ahora mismo somos como los putos dioses. Los mayores, en plan alguno de los jefes y todo, en plan a darnos la enhorabuena, en plan que cojones le habéis echado, no sé, en plan que grandes sois y todo, vamos que bien, entretenida la mañana”.
En una conversación de WhatsApp anterior al día de los hechos, I.C.C., le pedía al mismo colega que le dejase la porra porque iba a pegarse al día siguiente con ultras del Depor y “Bukenaros van a bajarse también”. Y, al día siguiente de la refriega, en conversación de texto con el mismo amigo, le reconoce que la policía le ha quitado la porra y añade: “Me la han pillado tío, te la pago”.
La Operación Neptuno sigue abierta, como se demostró este miércoles con las detenciones de otras 19 personas, entre las que se encontraban los tres menores puestosayer en libertad por la fiscalía y a los que se les atribuyen las conversaciones anteriormente reproducidas. Por otra parte, la policía mantiene las acusaciones de homicidio y tentativa de homicidio contra los otros cuatro principales sospechosos de ser los autores materiales de la muerte del ultra del Riazor Blues, a quienes también puso en libertad el cuarto juez que instruye este caso hace tres semanas.

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