Una despedida entre pitos y palmas

La tarde de ayer fue el marco del último partido de temporada del Recreativo de Huelva . La jornada se caracterizó por fuertes críticas hacia los jugadores y la directiva provenientes de una parte de la grada. Pancartas, abucheos y pitos no faltaron durante el desarrollo del encuentro. Aunque también hubo aplausos y cánticos con afán de dar ánimo y continuar apoyando al Decano. 

La primera pitada fue tempranera: en cuanto los jugadores pisaron el césped, una parte de la afición los abucheó mientras otros portaban pancartas que rezaban "estamos aquí solo por el escudo" y "el Recre somos nosotros". No obstante, el ambiente hostil se disipó con el pitido del inicio del partido. La grada de animación alentó a seguir creyendo, asegurando con cánticos y pancartas que "volveremos a Segunda", y dejando claro que para ellos, abandonar al Recreativo no es una opción. 

Con el avance del encuentro pudieron verse carteles de ánimo promovidos por el Recreativo Supporters Trust con el hashtag de apoyo #SalvemosalRecre y #RescatemosElFutbol, unas etiquetas que el colectivo ha difundido por redes sociales. 

Aún con la ventaja en el marcador al descanso, algunos aficionados silbaron a los jugadores mientras se dirigían al túnel de vestuarios. En cuanto a los abucheos a la plantilla hubo diversidad de opiniones: una parte de la grada no estaba de acuerdo en culparla y criticarla, por lo que pitaban a los espectadores que sí lo hacían. 

A partir del minuto 80, las protestas se hicieron más evidentes. El presidente del Recreativo Pablo Comas, y el delantero albiazul Braulio fueron los principales blancos de las críticas del público. Con sorna decían "Braulio selección" y "Braulio Burger King", algo que, lejos de molestar, provocó las risas del jugador, que se encontraba en una cabina de prensa viendo el partido. Al término del encuentro, algunos aficionados lo increparon mientras salía del Nuevo Colombino. "Comas vete ya", "Gildoy fuera de Huelva" y "directiva dimisión", fueron algunas frases repetidas por una grada que despidió la fátidica temporada del Recreativo con un ambiente de protesta.