Algunos aficionados del Maccabi de Tel Aviv se mostraron en contra de la llegada de refugiados sirios a Israel. Este fin de semana, en el partido ante el Kiryat Shmona, se vio una pancarta en el estadio que decía: “Los refugiados no son bienvenidos”.
Un mensaje en sintonía con su primer ministro, Benjamin Netanyahu, que a principios de septiembre rechazó la acogida de refugiados e incluso avisó del refuerzo de las fronteras para protegerse del terrorismo. “No tenemos profundidad demográfica ni geográfica y por eso tenemos que controlar nuestras fronteras contra las infiltraciones ilegales y contra los terroristas”.
Muy diferente fue la actitud de su máximo rival el Hapoel de Tel Aviv que abrió los brazos a todos los refugiados que consiguieran entrar a Israel. “¿Quién no es migrante aquí?”, se podía leer en una de las pancartas del último encuentro.
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