domingo, 1 de noviembre de 2015

Carabineros tuvo que frenar la violencia

El partido entre Colo Colo y Universidad de Chile presentaba una novedad que a muchos hinchas azules sorprendió. Los estudiantiles solamente podían ingresar al Monumental hasta las 10.30, hora y media antes del comienzo del Superclásico. Después de eso, ningún hincha podía acceder al recinto. La determinación fue seguida al pie de letra y varios fanáticos se encontraron con el acceso a Magallanes cerrado cuando aún no comenzaba el encuentro. Por lo mismo, Carabineros debió actuar y expulsar a las personas que intentaron entrar fuera de tiempo.
No fueron los únicos hinchas azules que sufrieron. Otro grupo importante se quedó fuera del estadio por portar entradas correspondientes a otros encuentros; otro grupo, en cambio, vio frustrado su deseo de presenciar el partido debido a personas que asistieron con entradas que pertenecían sólo a abonados.
En tanto, en la intersección de Exequiel Fernández con Departamental, un importante contingente policial tenía la tarea de impedir que las barras de ambos equipos se encontraran. La medida surtió efecto, así como el dispositivo que incluía 402 guardias privados, treinta cámaras de seguridad más otras cuatro de alta definición, cuatro anillos de seguridad y 130 validadores de entradas.
En general, el balance de las autoridades fue positivo. Hubo 90 detenidos, la mayoría de ellos por llevar entradas falsas, usurpación de identidad y desórdenes. Sin embargo, en un hecho que pudo haber terminado de forma más violenta, nueve sujetos intentaron tomarse un bus del Trasantiago y obligar al chofer a llevarlos al estadio, antes de que el actuar de la policía lo impidiera. “Se hizo un buen trabajo; los anillos de seguridad y el ingreso de algunas puertas permitió tener mejores controles”, afirmó satisfecho el general Aldo Vidal, Jefe de la Zona Control de Orden Público.
En el calentamiento de los azules, un grupo de la Garra Blanca intentó romper una puerta que daba hacia la cancha donde practicabancon el fin de agredir a los jugadores de la U. Además, uno de los miembros de la hinchada orinó hacia donde estaban los jugadores. A raíz de esto, la institución evalúa presentar un reclamo por la falta de seguridad en el recinto albo.
Ya en el Monumental, el partido comenzó con un retraso de ocho minutos debido a incidentes protagonizados por los hinchas azules en el sector de Magallanes. Los fanáticos comenzaron a lanzar proyectiles hacia el codo que estaba al lado correspondiente a hinchas colocolinos, alcanzando, incluso a algunos fotógrafos que se encontraban ahí. Mientras que un grupo rompió uno de los vidrios que sirven para separar la galería de la cancha y esto motivó el ingreso de Fuerzas Especiales.
Los fanáticos de Colo Colo, por su parte, fueron advertidos en varias ocasiones debido al accionar de bombas de estruendo.

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