El Camp Nou se llenó de estelades, con las 30.000 que regalaron fuera del estadio la Asamblea Nacional de Catalunya y Omnium. Y hubo muchas más de socios y aficionados que llevaron las suyas propias sin que nadie les dijera lo que debían hacer o mostrar. La mayoría de los 68.502 espectadores que acudieron al Camp Nou quisieron dejar claro que no hay límite posible a la libertad de expresión, ni reglamento que pueda con un sentimiento. Lo dejaron muy claro, de nuevo, como ya pasó el día del Bayer Leverkusen cuando la UEFA multó al Barça, aunque ahora la sanción esté suspendida tras la tregua pactada hasta que Apelación o el TAS decidan al respecto.
Hubo también, muchos seguidores extranjeros, japoneses, árabes o europeos que aceptaron las estelades que les regalaban y se las colgaron del cuello sin saber exactamente que hacían.No faltó una gigantesca pancarta, tal como adelantó MD, en la que el Barça pedía “respecte” y que había sido bendecida por la UEFA. Esa gran pancarta, tuvo el ‘mérito’ de tapar muchas estelades cuando fue desplegada ocupando toda la grada que está en frente de la Llotja.
Trabajo para el delegado
Karl-Erik Nilsson, el delegado de la UEFA, presidente de la federación sueca, empezó a grabarlo todo con su móvil, luego utilizó una máquina de fotografiar. No daba el abasto. Hasta llevaba un ayudante. No quería perderse detalle. Eso sí, ’controlado’ por el gran Amador Bernabéu. No lejos estaba Albert Soler, responsable de las secciones profesionales del Barça, que acompañaba a Pedro Pinto (Dircom de UEFA) y al jefe de prensa del organismo, Thomas Giordano.
En el palco, el President de Catalunya, Artur Mas, acompañado de Francesc Homs y Oriol Junqueras. Todos vieron ese mar de estelades. También pudieron escuchar la tremenda pitada al himno de la UEFA, a pesar de que se puso muy fuerte por megafonía. Un ‘concierto de viento’ increíble.
“Independència!”
Tampoco faltaron los gritos de “’Independència!” en el minuto 17 y 14 segundos. Hasta se puede decir que la gente tenía tantas ganas que se adelantó un poco y todo. En la segunda parte se repitieron los coros pidiendo la independencia como sucede desde hace cinco años en el Camp Nou sin que, hasta ahora, hubiera existido el más mínimo problema. También al inicio del partido, la afición coreó el “In-de-pen-dèn-cia!” con todas sus fuerzas que se mezcló con los silbidos, pero se dejó oir con fuerza.
El Camp Nou volvió a dar una lección de comportamiento. La anécdota fue ver al final del partido como el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, le presentó al delegado de la UEFA, Karl-Erik Nilsson, al propio President de Catalunya, a Artur Mas. Tras cumplimentarse, Mas y Nilson se dieron un abrazo en una muestra grande de ‘fair-play’.
Entre todos deben cambiar con urgencia el dichoso artículo 16.2 de su reglamento de disciplina lo antes posible. Ni el Barça ni su afición merecen el trato ni las sanciones que han recibido por las estelades. La tregua establecida entre Barça y UEFA es un parche porque las estelades seguirán, igua que las reivindicaciones soberanistas. Y si el Comité de Apelación o el Tribunal de Arbitraje (TAS) no levantan la sanción al club barcelonista, será un volver a empezar. Barça y UEFA deben seguir negociando por ver si es posible un acuerdo que evite que el tema acabe en el TAS. No tiene sentido sancionar a un sentimiento o tratar de reglamentar la libertad de expresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario