lunes, 16 de noviembre de 2015

Los organizadores de la Eurocopa 2016, cautelosos tras los ataques

Uno de los terroristas implicados en los atentados de París trató de acceder al estadio de Saint Denis, donde Francia y Alemania disputaron el viernes un partido amistoso, pero su chaleco cargado de explosivos fue detectado por la policía francesa durante el cacheo previo al acceso al recinto. Tras ser descubierto, el terrorista accionó la carga en uno de los túneles de entrada a un campo en el que llegaron a congregarse cerca de 80.000 personas.
El espantoso episodio fue desvelado ayer por el diario americano The Wall Street Journal, despertando una enorme consternación en el mundo del deporte y especialmente en las autoridades encargadas de la organización de la Eurocopa 2016, que se celebrará en Francia desde el próximo 10 de junio al 10 de julio. El presidente del Comité Organizador de la Eurocopa, Jacques Lambert, fue una de las primeras personalidades en salir al paso. “Anular la Euro haría sentirse orgullosos a los terroristas”, declaró Lambert, quien añadió que “la seguridad en los estadios funciona bien”. El mandatario francés, sin embargo, no descartó el aplazamiento o la cancelación del evento en caso de que se produjeran nuevos ataques. “Todo es posible, pero sería reconocer que los que nos atacan están en su derecho de hacerlo”, confió. “Ya había una gran preocupación, que ahora, obviamente, es mayor”, se sumó Noel Le Graet, presidente de la Federación Francesa de Fútbol.
Días después de que concluyera el partido, se van conociendo más detalles acerca del dramático episodio de Saint Denis. Según confesó Oliver Bierhoff, director deportivo de la selección alemana, la campeona del mundo decidió pasar la noche en los vestuarios del estadio francés en lugar de regresar al hotel. “Queríamos evitar todo riesgo y decidimos no atravesar París”, confesó el exjugador alemán, que horas antes del partido tuvo que abandonar junto al resto de la expedición alemana el hotel en el que se encontraban alojados tras recibir una llamada que advertía de la colocación de una bomba en el edificio.
La Mannschaft abandonó finalmente Saint Dennis el sábado por la mañana y voló con destino a Frankfurt a las nueve. Francia, por su parte, decidió aguardar en el interior del campo hasta las 2.55 de la madrugada y se trasladó después en autobús hasta Clairefontaine, a unos 80 kilómetros de París.
Bierhoff también confesó que los entrenadores de ambos equipos tuvieron conocimiento durante el descanso de lo que estaba ocurriendo en la ciudad y que decidieron no informar a los jugadores, que se enteraron después del partido a través los videomarcadores del campo. Los aficionados fueron informados tras el encuentro por megafonía de los “incidentes” que estaban teniendo lugar en las afueras de Saint Dennis y se les recomendó que se mantuvieran en el interior del recinto.

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