Decenas de espectadores saltaron de las gradas y se dirigieron hacia los árbitros, que acaban de dirigir un encuentro entre dos equipos de tercera división en Tailandia, con la intención de golpearlos.
Ante tal amenaza los árbitros se han visto obligados a salir corriendo para huir de la turba enfurecida que acusa ba, sobre todo a uno de ellos, de haber pitado a favor del equipo local, que ganó por 1-0 a su rival.
Efectivamente ese árbitro fue sancionado a 6 meses de suspensión por mala praxis al no haber pitado un penalti a favor del equipo rival. El club también ha sido sancionado.
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