El Real Betis no estuvo solo en su desplazamiento al territorio del eterno rival. La afición bética estuvo representada por más de 770 espectadores que presenciaron en directo el encuentro en el Ramón Sánchez-Pizjuán y volvieron a dar una nueva muestra de la pasión que tienen por los colores verdiblancos. El equipo no dio la cara sobre el césped y una vez más no estuvo a la altura de la categoría del partido que se trataba y la siempre fiel afición heliopolitana volvió a superar con creces al grupo de profesionales que dirige Juan Merino en el cuarto derbi de la temporada.
El ambiente que rodeó al derbi fue tremendamente normal y los afición bética, concentrada en Heliópolis a partir de las 13.30 horas, partió desde las 14.30 hacia el Sánchez-Pizjuán desde el Benito Villamarín. Durante el trayecto a pie y perfectamente escoltados por efectivos de la Policía Nacional, se encontraron con numerosos aficionados verdiblancos que también les animaban a que se dejaran el aliento apoyando al equipo. Curioso fue el paso por la zona aledaña al área hospitalaria Virgen del Rocío, donde un grupo de enfermeras salieron a la calle con bufandas para alentarles.
Luego, dentro del campo, los béticos entonaron los cánticos habituales de apoyo al equipo y se pudieron escuchar entre los cánticos de la afición sevillista y los pitos que esta les dedicaba cada vez que empezaban a entonar algún canto. Después, cuando acabó el partido y lógicamente tras el enfado que supuso la derrota en un nuevo derbi, los aficionados recibieron el saludo de los jugadores, los cuales les agradecieron el apoyo y los ánimos durante el partido.
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