jueves, 4 de agosto de 2016

Veintena de hinchas radicales de Jerusalén cerca del banquillo por violencia

Al  menos diecinueve miembros de una organización radical de hinchas del Beitar Jerusalén, conocida como "La Familia", podrían ir al banquillo de los acusados por delitos relacionados con la violencia, según informó hoy la Policía israelí.
La Oficina de la Fiscalía del Distrito de Tel Aviv presentó hoy un informe ante un tribunal ordinario de la ciudad de Haifa, en el que recomienda que prosiga la detención de los sospechosos hasta la conclusión del proceso legal que podría terminar con la presentación de acusaciones formales.
De acuerdo a un comunicado de la portavoz policial Luba Samri, la medida tiene por objetivo favorecer "la formulación de una base probatoria contra 19 figuras clave y dominantes en la organización 'La Familia', y en los próximos días se presentará ante la Oficina del Fiscal del Distrito de Tel Aviv una acusación contra los sospechosos".
Entre los delitos que podrían afrontar el escrito adelanta los de intento de asesinato en grado de tentativa, sabotaje con intención seria, robo con agravante, delitos relacionados con armas y contra la prohibición de la violencia en el deporte, entre otros.
En los próximos días, adelanta la portavoz, se darán a conocer cargos adicionales contra los sospechosos por haber agredido y atacado a miembros de equipos rivales de fútbol en los últimos años.
Recientemente la Policía israelí informó de la detención de cerca de 60 miembros de esa organización radical de hinchas del Beitar Jerusalén, a los que se confiscó granadas, bengalas y otros productos pirotécnicos prohibidos, gracias a la labor de un agente infiltrado durante seis meses en ese entorno considerado mafioso.
El club de fútbol Beitar ha tratado sin éxito durante años de aplacar el comportamiento de sus aficionados más radicales, conocidos por su racismo antiárabe e islamofóbico y que llegaron a incendiar parte de las instalaciones de su estadio de Jerusalén.
Esa situación le valió sanciones por parte de la federación y obligó al club jerosolimitano a jugar sin público en su campo.

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