Lamentable hecho el que ha ocurrido esta noche en Barcelona, antes del partido de este domingo entre el Espanyol y el Sevilla. La peña sevillista 'A 1.000 KM de Nervión' celebraba su décimo aniversario, cuando en el acto irrumpieron una docena de encapuchados y empezaron a atacar a los presentes.
Algunos de los agredidos en el local de la peña sevillistas 'A 1.000 KM de Nervión', con notablñes magulladuras y golpes, han identificado a los atacantes como miembros de la sección de Barcelona de los ultras del Betis.
El Sevilla está recopilando información para emitir un comunicado oficial de lo que realmente ha ocurrido en el local de esta peña sevillista
El de este sábado tendría que haber sido un día especial y emotivo para la Peña Sevillista de Barcelona ‘A 1.000 kilómetros de Nervión’, pero un grupo de indeseables lo ha impedido violentamente. La peña, ubicada en la Ciudad Condal, donde aterrizó el Sevilla FC esta tarde, celebraba su décimo aniversario por todo lo alto, con una serie de actos conmemorativos, coincidiendo con la visita del primer equipo a la Ciudad Condal para enfrentarse con el RCD Espanyol. Pero en un momento de la noche, todo se torció inesperadamente. Bajo un clima familiar entre sevillistas, con menores incluso en el lugar de los hechos, los aficionados y peñistas fueron violentamente sorprendidos en el acto por unos individuos encapuchados que comenzaron a agredir a los allí asistentes.
A las 21:45, cuando salían los peñistas de la sede en uno de los recesos, fueron asaltados por una banda de una veintena de personas. El resultado, dos heridos, uno con con una brecha en la cabeza y otro con un corte en la mano, además de varios contusionados. Los hechos ocurrieron justo después de una charla que llevaron a cargo Carlos Romero y Juan Luis Franco, del Departamento de Historia del Sevilla, sobre los orígenes del club y de la relación del Sevilla con Cataluña. No fue testigo de los hechos el presidente del Sevilla, José Castro, al que el retraso del avión le salvó de sufrir en directo la agresión. Hasta la sede, ubicada en la Carrer de Berlín, 22, se desplazó después en cualquier caso el presidente para dar su apoyo a los peñistas y estar junto a los agredidos en todo momento.
El grupo de agresores utilizó bates y porras en su ataque. La policía acudió a la sede y tuvo que montar un retén. Joan Morán, presidente de la peña, explica que “Gracias a todos por el interés, estamos bien, ha sido un susto y ya ha pasado. No dejemos que nos estropeen nuestro día. Gracias de verdad. Han venido con barras de hierro, con porras extensibles, y nos han pillado desprevenidos… luego salieron corriendo. Parece que las informaciones indican que ha sido un grupo de ultras de Barcelona. Hay gente con un corte en una mano, con una brecha… A mí me han dado un golpe en la espalda y un puñetazo”.
Morán no quiso acusar directamente a nadie, aunque posteriormente en la Cadena Cope explicó que “nuestra sede, con ocasión de un derbi Sevilla-Betis, apareció con pintadas y escudos del Betis, pero, insisto, no tenemos certeza de que hayan sido ellos”.
En las redes sociales, las muestras de apoyo fueron continuadas hacia los sevillistas agredidos. El propio director deportivo del Sevilla, Monchi, expresó su repulsa a los hechos: “Todo mi apoyo a mis amigos de la peña sevillista ‘A 1.000 kilómetros de Nervión’. No hay violencia que pueda con el amor a unos colores. El amor más grande que existe. El amor al Sevilla Fútbol Club”.
El de este sábado tendría que haber sido un día especial y emotivo para la Peña Sevillista de Barcelona ‘A 1.000 kilómetros de Nervión’, pero un grupo de indeseables lo ha impedido violentamente. La peña, ubicada en la Ciudad Condal, donde aterrizó el Sevilla FC esta tarde, celebraba su décimo aniversario por todo lo alto, con una serie de actos conmemorativos, coincidiendo con la visita del primer equipo a la Ciudad Condal para enfrentarse con el RCD Espanyol. Pero en un momento de la noche, todo se torció inesperadamente. Bajo un clima familiar entre sevillistas, con menores incluso en el lugar de los hechos, los aficionados y peñistas fueron violentamente sorprendidos en el acto por unos individuos encapuchados que comenzaron a agredir a los allí asistentes.
A las 21:45, cuando salían los peñistas de la sede en uno de los recesos, fueron asaltados por una banda de una veintena de personas. El resultado, dos heridos, uno con con una brecha en la cabeza y otro con un corte en la mano, además de varios contusionados. Los hechos ocurrieron justo después de una charla que llevaron a cargo Carlos Romero y Juan Luis Franco, del Departamento de Historia del Sevilla, sobre los orígenes del club y de la relación del Sevilla con Cataluña. No fue testigo de los hechos el presidente del Sevilla, José Castro, al que el retraso del avión le salvó de sufrir en directo la agresión. Hasta la sede, ubicada en la Carrer de Berlín, 22, se desplazó después en cualquier caso el presidente para dar su apoyo a los peñistas y estar junto a los agredidos en todo momento.
El grupo de agresores utilizó bates y porras en su ataque. La policía acudió a la sede y tuvo que montar un retén. Joan Morán, presidente de la peña, explica que “Gracias a todos por el interés, estamos bien, ha sido un susto y ya ha pasado. No dejemos que nos estropeen nuestro día. Gracias de verdad. Han venido con barras de hierro, con porras extensibles, y nos han pillado desprevenidos… luego salieron corriendo. Parece que las informaciones indican que ha sido un grupo de ultras de Barcelona. Hay gente con un corte en una mano, con una brecha… A mí me han dado un golpe en la espalda y un puñetazo”.
Morán no quiso acusar directamente a nadie, aunque posteriormente en la Cadena Cope explicó que “nuestra sede, con ocasión de un derbi Sevilla-Betis, apareció con pintadas y escudos del Betis, pero, insisto, no tenemos certeza de que hayan sido ellos”.
En las redes sociales, las muestras de apoyo fueron continuadas hacia los sevillistas agredidos. El propio director deportivo del Sevilla, Monchi, expresó su repulsa a los hechos: “Todo mi apoyo a mis amigos de la peña sevillista ‘A 1.000 kilómetros de Nervión’. No hay violencia que pueda con el amor a unos colores. El amor más grande que existe. El amor al Sevilla Fútbol Club”.
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