domingo, 12 de febrero de 2017

El PSG tiene un problema: ha cedido con los ultras

Francia también tiene un problema con sus ultras. Y el PSG, más. Contraviniendo los acuerdos adquiridos en su día con la Prefectura de Policía de París, Nasser Al Khelaifi presidente del club parisino, los ha vuelto a dejar entrar en el Parque de los Príncipes. La decisión, tomada por las presiones ejercidas por los ultras y por los mismos jugadores, se ejecutó en la previa del partido ante el Mónaco. Con la Liga en juego, Khelaifi cedió y, con tal de no ver su ‘fondo de animación’ vacío ante los monegascos, abrió la puerta a los violentos en una decisión que ha sentado como un tiro a las autoridades. El PSG empató el partido contra el Mónaco (1-1).
Varios miembros del Collectif Ultras Paris (CUP) además de su líder, Romain Mabille, todos juzgados indeseables por un historial repleto de incidentes, fueron consentidos a entrar en el Parque de los Príncipes lo que provocó un durísimo comunicado de Jean Claude-Blanc, director general de la prefectura. La ha hecho caso omiso de estas recomendaciones. La directiva del PSG también se ha saltado a la torera las instrucciones del ministerior del Interior que le había dado orden de evitar viajes de los ultras. De hecho, el PSG no es capaz de controlar ni los enfrentamientos entre sus propios seguidores. El 14 de enero, las dos curvas más beligerantes del Parque de los Príncipes, Boulougne (extrema derecha) y Auteuil (extrema izquierda), se citaron en la autopista durante un desplazamiento previo al Rennes-PSG. Las rencillas de ambos grupos provocaron la muerte del hincha Yann Lorence en 2010.
Se extreman las medidas de seguridad para que no haya incidentes el martes en el Parque de los Príncipes. Ultras del PSG y Barcelona acumulan un historial peligroso. En abril de 2013, la Policía frenó a 300 radicales que intentaban entrar al Camp Nou sin entrada y trataron de acceder por la fuerza en el Estadi. La cosa fue a peor en diciembre de 2014 cuando dos hinchas del PSG fueron apuñalados en las calles de Les Corts por dos encapuchados, supuestamente en una venganza por acontecimientos sucedidos en el mes de septiembre en París.
Mounier, un caso Zozulya en el fútbol francés
No sólo es España. Francia vive un momento de preocupación por el rebrote del movimiento ultra. Se suceden incidentes desagradables. Invasión del campo en el campo del Nantes, suspensión por lanzamiento de petardos en el Metz-Lyon, gritos racistas a Balotelli en el Bastia-Niza este mismo mes de enero. Y el último, un caso Zozulya pero en Francia. El Saint-Etienne había llegado a un acuerdo con el Bolonia para incorporar en calidad de cedido a Anthony Mounier. Pero cuando el fichaje ya era oficial, el club anunció que cancelaba el acuerdo por razones extradeportivas. Los radicales, agrupados en los Envertetcontretous (“Verdes y contra todos”) le llegó a amenazar de muerte y colgó una pancarta en el estadio Geoffroy-Guichard: “Nuestros colores no serán jamás los tuyos”. En 2012, Mounier, jugador criado en el Olympique de Lyon, fue captado por las cámaras celebrando un gol con su equipo de entonces, el Niza, entonando un cántico contra el Saint-Etienne.

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