jueves, 2 de febrero de 2017

Otros jugadores vetados: Del padre etarra de Zubikarai al "No soy un facha" de Salva Ballesta

Roman Zozulya no es el primer futbolista descartado por un club español por motivos ideológicos. En los últimos años, otros tres pasaron un proceso parecido. En 2011 el Hércules canceló el avanzado fichaje del portero de la Real Sociedad Eñaut Zubikarai por la vinculación de su padre con ETA: como reveló cuando la directiva el club descubrió que Cándido Zubikarai Badiola había sido condenado a 30 años de prisión por su pertenencia a la banda terrorista rompió las negociaciones y contrató a otro portero.La misma decisión que tomó el Celta en 2013 con Salva Ballesta. El ex jugador se postulaba como segundo entrenador de Abel Resino, pero las protestas de los ultras de la entidad provocaron la marcha atrás de los directivos. «No soy un facha. No tengo ideas políticas fijas. Pero soy español y moriré siendo español», explicó Ballesta, que siempre celebraba sus goles con un saludo militar.
Ninguno de los dos acabó firmando un contrato con el club, como sí hizo en diciembre de 2015 Sergi Guardiola. El futbolista fichó por el Barcelona B, pero cuando se destacaron varios de sus tuits, el club decidió despedirlo. «Yo no pondría a Messi en mi equipo, estropea el juego del equipo» y «Hoy puta Cataluña y siempre hala Madrid», eran algunas de sus opiniones públicas.Zubikarai juega hoy en el Auckland City de Nueva Zelanda; Salva Ballesta está desempleado y suena entre los futuribles para el Jaén; y Guardiola acaba de llegar cedido al Murcia del Granada.

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