sábado, 29 de abril de 2017

Músculos, esvásticas y fútbol: así es el agresor de Bilbao

El joven identificado ayer como el agresor de un hombre en la Plaza Nueva de Bilbao -al que increpó al grito de «proetarra»- es el prototipo de los narcisistas violentos. En todas las fotografías que ha colgado en sus redes sociales, este sevillano del municipio de Benacazón y seguidor del Betis aparece flexionando sus bíceps recubiertos de tatuajes, con una pose agresiva y desafiando a un rival invisible. Sus textos son una colección de faltas de ortografía pero si se descifran lo que se aprecia es un discurso xenófobo, chulesco y obsesionado por mostrar una vida de presunto lujo: cuando no posa con coches de alta gama lo hace con botellas de champagne francés. Y si aparece con sus amigos, todos son luchadores violentos y tatuados -algunos están en prisión- y llevan banderas de España decoradas con letra góticas. Algunos tienen banderas con la esvástica nazi y este símbolo aparece también dibujado en su piel.
Este narcisismo violento es el que ayuda a entender que tres personas, una de ellas un bruto de gimnasio, se acerquen a un hombre que está sentado en una terraza para golpearle, grabarlo en vídeo y difundirlo por redes sociales. Lo que hizo ayer en Bilbao. La principal actividad del presunto agresor está ligada al 'Supporters Gol Sur', un grupo ultra que apoya al Betis que terminó renegando de su seguidor. Ayer mismo, muchos seguidores del equipo sevillano criticaron su actitud al golpear al joven en la Plaza Nueva.
Rivales armados
Pero también es un adicto a las peleas, tanto en un ring como con 'hooligans' de otros equipos. En sus comentarios en las redes sociales, se llega a quejar de haber quedado con un grupo de rivales de otro equipo pero anuncia que se ha marchado al comprobar que los contrincantes estaban armados. Es el peligroso mundo de violencia y fútbol en el que, por ejemplo, en 2015 murió el hincha del Deportivo de La Coruña Francisco Javier Romero, 'Jimmy', al que sus rivales golpearon y arrojaron al río Manzanares.
Pero M.H.P. también ha mantenido varios incidentes con las fuerzas de seguridad. En marzo de este año protagonizó una confusa fuga al huir de la Guardia Civil, que le había detectado en Sevilla en una zona en la que no podía personarse al pesar sobre él una orden de alejamiento. Al parecer, esta prohibición legal se produjo a partir de una denuncia por una agresión homófoba a una persona. Él aseguró que resultó herido de bala -llegó a grabar un vídeo en el que dos amigas le extraen un proyectil del hombro-. Pese a haber sido detenido quedó en libertad sin fianza. El ultra violento ha sido investigado también por su relación con un clan de narcotraficantes de Sevilla y con un presunto tiroteo entre narcos.

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