Marco Gonçalves, de 34 años y jugador portugués amateur del Canelas (club creado por ultras del Porto), ha sido suspendido durante 4 años y 5 meses por dar un puñetazo a un árbitro en la cara. Gonçalves agredió al colegiado cuando éste le expulsó durante un partido contra el Río Tinto el pasado mes de abril.
Después de su puñetazo al árbitro, Gonçalves fue escoltado por la policía fuera del terreno de juego. Las imágenes de su ataque al colegiado, quien sufrió una fractura en la nariz, se convirtieron en virales en las redes sociales. Los ultras que formaron el Canelas son conocidos como “matones” por su agresivo estilo de juego.
Partido de ascenso a Tercera
El partido en que se produjo la agresión era de ascenso a Tercera entre Canelas, ante el que 12 de los 13 rivales habían decidido en diciembre no enfrentarse por miedo e intimidación, y Rio Tinto. El encuentro duró dos minutos al dar Gonçalves una patada a un rival y, tras ver la roja, propinar el mencionado derechazo en la cara al árbitro, que quedó inconsciente.
Tres miembros del Canelas, incluido su capitán, pertenecen al grupo ultra del Porto Super Dragons. A tal extremo llega el temor que provoca el equipo que otros clubs han preferidos pagar una multa de 750 euros y ser dados por perdedores antes que enfrentarse al Canelas.
Como resultado de ello, el Canelas es líder de su liga, entre otras cosas porque no se han producido denuncias oficiales contra el club. Un portavoz de la liga regional de Oporto informó de que Gonçalves fue suspendido 4 años por la agresión al árbitro, 3 meses por atacar a jugadores rivales y 2 meses más por insultos.
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